sábado, 13 de diciembre de 2008

La Ola

Todavía estoy dándole vueltas a la película que fui a ver ayer al cine: La Ola (Die Welle). De verdad que recomiendo ir a verla. Hablemos primero del caso real. En otoño de 1967 Ron Jones, un profesor de historia de un instituto de Palo Alto en California, no tuvo respuesta para la pregunta de uno de sus alumnos: ¿Cómo es posible que el pueblo alemán alegue ignorancia a la masacre del pueblo judío? En ese momento Jones decidió hacer un experimento con sus alumnos: instituyó un régimen de extrema disciplina en su clase, restringiéndoles sus libertades y haciéndoles formar en unidad. El nombre de este movimiento fue “The Third Wave”. Ante el asombro del profesor, los alumnos se entusiasmaron hasta tal punto que a los pocos días empezaron a espiarse unos a otros y a acosar a los que no querían unirse a su grupo. Al quinto día Ron Jones se vio obligado a acabar con el experimento antes de que llegara más lejos.

En este mismo sentido evoluciona el argumento de la película, inspirada por esos hechos y enclavada en plena Alemania, un país presuntamente curado definitivamente del virus del totalitarismo. Ante unos jóvenes que se encuentran en un ambiente carente de ideales, de valores, y deseosos de aceptación, el mensaje de “La Ola” cala hondo. En un periodo adolescente en el que el individuo es tan maleable se puede detectar el caldo de cultivo. La anomia post-moderna es el polvorín. Por su parte, la construcción de “La Ola” es un proceso progresivo. Se instituye el respeto al líder “Sr. Weller”. Los alumnos se han de poner en pie cuando se hable, y dar respuestas concisas. Se marcha al unísono. Todos son una unidad a través de la disciplina. Se anula al individuo como referencia, y sólo hay grupo. Tras esto, se rompen los grupos de amigos en clase, sentando a los alumnos en diferentes sitios. Así no hay colectivo que compita con “La Ola”. Tras esto, uniforme, logotipo y saludo. Y el propio grupo genera la dinámica de protección de los semejantes y odio a los diferentes.

He aquí el nacimiento de la autocracia. Cualquiera podemos establecer paralelismos con movimientos políticos contemporáneos ¿Cómo es posible que triunfara el nazismo en Alemania? ¿Es posible que ocurra de nuevo? Sólo hay que ver el auge de los partidos de extrema derecha en toda Europa. Es evidente que la propia naturaleza del ser humano nos hace potenciales víctimas (y verdugos) del fascismo. Ideología, valores compartidos, unidad, disciplina... camuflan la anulación de la libertad individual. Si hoy vivimos en una sociedad atomizada, en la que los referentes de clase, religión o ideología son tan débiles ¿Cómo esperar que no sea atrayente el mensaje de un grupo en el que sentirse aceptado? Por más que sea manipulación, el colectivo (dirigido por su führer) anulará la diferencia dentro y combatirá a los grupos de fuera. Es el efecto de una bola de nieve, en la que una elite termina por contagiar a toda una sociedad. Así ocurrió en el siglo XX, y nada impide que vuelva a pasar. Incluso allí donde creemos que la democracia liberal es un elemento irrevocable.

Por desgracia, el fallo de las democracias incompletas es el no ser capaz de generar un ethos pluralista. La democracia es el único régimen que se caracteriza por necesitar de los propios ciudadanos para su funcionamiento. Si no tenemos ciudadanos vigilantes, plurales, respetuosos, virtuosos si se quiere, pero también implicados y combativos ante las injusticias, tenemos el caldo de cultivo que permite el colapso del sistema. La restricción de las libertades es sólo el primer paso hacia el totalitarismo. Habría que preguntarse que estaríamos dispuestos a sacrificar por ellas.

2 comentarios:

Federico Martire dijo...

Claro, es un problema de falta de conciencia de la importancia de las libertades individuales. Hay mucha gente, en toda Europa y fuera, que preferiría un "hombre fuerte" al poder (con consiguiente disminución de las libertades individuales) en cambio de seguridad, trabajo, baja criminalidad, etc. Es el caso de Rusia con Putin, o también de la elevada popularidad de Berlusconi en Italia (68% según los últimos sondeos...sic...). Estamos viviendo un progresivo embrutecimiento de la vida social y política, y pero nos adaptamos, sin protestar. Es como la historia del "frog in the saucepan"(http://www.timeshighereducation.co.uk/story.asp?storycode=164750)

Anónimo dijo...

REBUSCANDO ENTRE PÁGINAS Y PÁGINAS CON LAS SIGLAS UPF HE IDO A PARAR A TU BLOG.HE VISTO ALGUNAS ENTRADAS INTERESANTES PERO QUIERO LEER LAS REFLEXIONES CON MÁS DETENIMIENTO.ME HA SORPRENDIDO LA NOTICIA DEL PROYECTO DE LA ESTACIÓN DE ARNEDO,YA QUE ME HE LICENCIADO EN DERECHO ESTE AÑO EN LA POMPEU Y NO SABÍA QUE HABÍA GENTE DE HARNEDO RONDANDO POR AHÍ.ESTOY DE CAUERDO CON MUCHAS DE LAS COSAS QUE DICES; POR LO QUE SE LA PLATAFORMA SIGUE MUY ACTIVA.EN FIN, OTRO DÍA HABLAMOS DE LAS ROTONDAS Y LA PLAZA DE TOROS.1 SALUO!