miércoles, 29 de octubre de 2008

Rana y libertad

Aunque iba a escribir una entrada sobre el divorcio entre PP y UPN, creo que la dejaré para otro momento. Sobretodo porque van a machacarnos con la noticia durante los próximos días y no creo que pueda aportar ninguna opinión novedosa al respecto. Sin embargo, ha habido una noticia que me ha llamado mucho la atención. Corinne Diserens, directora del Museo de Arte Moderno Bolzano ha sido despedida por exponer una obra de Martin Kippenberger en la que aparece una rana crucificada. Así que, un poco como las caricaturas de Mahoma, volvemos al tema de la relación entre libertad y religión.

Sinceramente, me sorprende la mojigatería con la que, desde algunos sectores intelectuales de la izquierda, se aborda el tema. “No, bueno. Hay que ser respetuosos con todas las religiones/ ideologías. Así que es normal auto-censurarse en algunas cosas”. ¡Ah, bueno! Entonces no hay problema. Uno tiene que medir sus críticas y evitar el arte provocativo (como en este caso) para no herir sensibilidades. No hay que complicarse en esos temas. Pues yo soy un poquito más agitador. Me atrevo a decir que la libertad de expresión debe estar por encima de cualquier ideología o valor religioso. No hablo de ataques personales, que faltan a la dignidad y respeto de particulares. Hablo de que no se puede sacralizar espacios intocables a la crítica y opinión. Hay gente que ciertamente tiene la sensibilidad a flor de piel, y considera que criticar sus principios es criticarle a ellos mismos. Sin embargo, suelen ser los mismos que aplican la ley del embudo. La Iglesia Católica dice que los homosexuales son enfermos mentales. Toda una opinión respetable. Ahora bien, ojito con criticarles a ellos, o te convertirás en un laicista radical (¿?).

Las ideas tienen que disponer de un espacio libre en el foro público, donde se contrapongan entre sí. Con respeto a las formas, sí, pero sin sacralizar ninguna. Si no te gusta algo, pues no vayas a verlo. Si consideras que una obra te ofende, pues no compres la entrada. Si un libro te parece detestable, no lo leas. Pero no trates de imponer la censura. O como en el caso de las caricaturas a Mahoma, amenaces de muerte. O como en el caso del “Jueves”, no secuestres la publicación. Cualquiera de estos retrocesos es un abuso, un paso atrás en la libertad y un avance hacia le totalitarismo de lo “políticamente correcto”. Y he hecho varios post refiriéndome a este tema. Pero no me importa ser reiterativo en algo que considero crucial. Precisamente porque debe haber esta vocación vigilante de los ciudadanos para garantizar nuestros derechos. Y volviendo al tema concreto; al fin y al cabo, es arte. El arte busca provocar, remover conciencias, plantear conflicto. Pero para Benedicto XVI está claro que esta obra “ha herido el sentimiento religioso de muchas personas, que consideran que la cruz (…) merece reconocimiento y devoción religiosa”.

El otro día ya recibió el programa de Polonia (TV3) una crítica de Jordi Pujol por hacer del Papa uno de sus personajes. Para él, debería estar exento de toda sátira. Supongo que no es diferente a cómo nuestro Código Penal guarda a la Corona. Es sabido que ahora tiene mucha polémica por las quemas de fotos, las declaraciones de alcaldes papanatas… Sin mebargo, creo que la crítica es sana en una sociedad madura. Tal como yo lo veo, en el mundo de los mortales hasta Dios está por debajo del derecho de libertad de expresión. Amen.

viernes, 24 de octubre de 2008

Cultura y política

Como es sabido, durante esta pasada campaña, un gran número de actores españoles tomaron partido por el PSOE en el famoso manifiesto “Plataforma a Favor de Zapatero” (PAZ). Recientemente, se ha prohibido a una asociación de vecinos valenciana “Salvem el Cabanyal” realizar actividades en una sala de titularidad municipal, bajo la gestión de Heineken. Las razones que alegan es que no quieren que el acto se “politice (…), sólo queremos cultura y arte”. Esto me plantea la reflexión ¿Cuál es la relación entre arte y política? ¿De verdad se puede disociar? ¿Cuál es el papel del artista frente a la sociedad?

Por parte del artista, en muchas ocasiones ha habido un posicionamiento político expreso o implícito. Ya sea a través de su obra o de sus actos, intelectuales, artistas e incluso, deportistas, han tomado partido. En unos casos, por convencimiento profundo, propio de aquellos que se postularon contra el sistema y formaron la contracultura, las vanguardias y los movimientos sociales de base. Por poner un ejemplo castizo, la militancia en el comunismo de Marisol, que nada tenía que ganar y si mucho que perder cuando hizo pública su afiliación. Pero en otros casos, el artista se pone del lado del sistema y del orden establecido. Lo que hay detrás es o bien la espera de una recompensa por la lealtad mostrada o, al menos, la supervivencia. Quizás el caso de Dalí y su ambigüedad durante la dictadura franquista pueda ser ilustrativo. En cualquier caso, ello no significa que todo el mundo del arte tenga un nivel de implicación idéntico. Es evidente que un intelectual (escritor, poeta…) tiene una obra mucho más sensible a la expresión de su visión de la vida (luego de política) que, por ejemplo un futbolista.

Pero creo que no hay que tenerle miedo a que las personalidades se signifiquen políticamente. Porque esto ocurre en muchos países sin mayor problema. Y no hace falta apoyar a un partido para tener pulso político. Nosotros, lastrados por el peso de nuestra visión negativa de la política, censuramos la conexión entre arte y cosa pública. Pero considero que esta vinculación no es mala, sino que es la expresión de la riqueza de una cultura que quiere revertir en el bienestar de toda la sociedad. Alguien que utiliza su conocimiento, obra, influencia… a favor de una causa pública es digna de alabar. A mi entender, el problema viene cuando el artista se posiciona sobre las bases del clientelismo corporativo. Es decir, cuando toma partido sistemáticamente por el poder. Porque entonces no es un vigilante, una contracultura alternativa, alguien que despierte conciencias. Se convierte en un resorte más de la maquinaria propagandística de los poderosos. Un mero instrumento.

Supongo que en cierta medida la mercantilización de la sociedad ha generado que el artista sea o un precario o un vendido. Y que quepan pocos matices entre los extremos. Por eso no me gusta cuando los artistas toman partido por el poder, pero me gusta más cuando copan la resistencia. Cuando se acoplan con la cultura de la calle, con la voluntad de despertar conciencias a los problemas sociales. Y consideran que su obra es algo más que un producto; la consideran todo un proyecto de vida. Porque si de verdad es eso, también es necesariamente, política.

Yo acuso

Soy ciudadano de Arnedo, y como tal acuso que el Ayuntamiento de mi municipio ha decidido hacer un proyecto urbanístico que rechazo de plano. Y lo rechazo por las razones que expongo a continuación:

1) Porque supone una reducción en el espacio publico del municipio, que pasa a manos privadas, con la reducción del Parque de la Estación para pasar a ser vivienda libre.

2)Porque las zonas verdes que se garantizan como equivalentes en extensión quedarán comprendidas entre los edificios construidos. Por más que se hagan 5.000 metros cuadrados (en total, contando aceras), es una reducción respecto de la actual y no se integra en la ciudad.

3) Porque genera un enorme impacto en el entorno, con la construcción de 159 viviendas en pleno centro, asfixiando los usos sociales alternativos de esa zona.

4) Porque ni una sola de esas viviendas será de protección oficial, sino que toda ella será libre. Pese a que la ley fija que debe haber un 30%, la concejalía alega que no debe ser así “en cada promoción”.

5) Porque supone el soterramiento enormemente costoso de la Estación de Autobuses (la mitad del coste total de la operación), que es perfectamente funcional y ajustada a las necesidades de nuestro municipio.

6) Porque la justificación de este proyecto es conseguir financiación (aunque sea para sufragar una escuela) pese a endeudar notablemente las arcas públicas.

7) Porque la normativa de La Rioja obligará a Arnedo a hacerse cargo del 50% del coste del nuevo colegio porque es considerado como “no de primera necesidad”. De serlo, se haría cargo en su totalidad la Comunidad Autónoma.

8) Porque si no es necesario un colegio (según los requisitos que la ley prescribe) no tiene sentido construirlo.

9) Porque el consistorio ha atacado a la Plataforma vecinal que se opone al proyecto de ser manipulada por la oposición, lo que implica un insulto a la inteligencia de los arnedanos que la componen.

10) Porque pese a las 2.000 alegaciones presentadas, el Alcalde no las ha respondido de manera individual y serán rechazadas en el próximo Pleno del día 27. Ha dividido en cinco bloques de argumentos, y se han limitado a transmitir en los medios de comunicación su réplica.

11) Porque el Alcalde aún no ha se ha reunido con la Plataforma.

12)Porque dice el Ayuntamiento que los ciudadanos valoraríamos bien el proyecto si hubiéramos tenido toda la información. Y sin embargo, no nos han facilitado ninguna, ni siquiera una charla.

13) Porque ni siquiera han esperado para que el asunto sea debatido en el próximo Consejo de la Ciudad, un órgano de nueva creación que agrupará a vecinos, asociaciones…según el Reglamento de Participación Ciudadana.

Expuestas estas razones, reitero mi rechazo y mi apoyo a favor de cualquier actividad que ayude a que el Ayuntamiento rectifique su posición sobre este asunto.

Mi compromiso.

jueves, 23 de octubre de 2008

¿Invitados? Pues va a ser que no.

El próximo día 15 se celebra una cumbre financiera en Nueva York y, de momento, España no ha sido invitada. Gordon Brown propuso que nuestro país debería estar presente en Nueva York en unas declaraciones públicas, aunque Sarkozy, en la Eurocámara, no nos nombró. Inmediatamente salió Zapatero para añadir que España cuenta con el “pleno apoyo” del presidente de la República. En pocas horas, un comunicado del Elíseo y de la presidencia de la Comisión Europea apoyaba la presencia en la cumbre de una delegación española.

Pero la Administración Bush, que es la convocante, no ha cursado ninguna invitación para España. Tan sólo acudirán el G20, que agrupa a los países más ricos del G8 con algunas potencias emergentes (Como China, Indonesia, Sudáfrica, Turquía…) Aun así, el Gobierno hace todos los esfuerzos posibles para ir, incluso hablando con los equipos de campaña de Obama y McCain. ¿Por qué es tan importante tener presencia? Pues básicamente porque se plantearán grupos de trabajo que intentarán fijar nuevas directrices para la regulación del sistema financiero internacional. Vista la crisis actual, se plantea esa supuesta “refundación del capitalismo” con el mayor consenso posible entre los estados que tienen más peso en el panorama económico mundial. Y no estamos invitados. Porque, aunque parezca mentira a muchos, eso de que somos la octava potencia mundial no se creen ni ellos. Jactarse de superar en breve la renta per cápita de Francia es una bravuconada. Y eso de ser de la “Champions” de la economía mundial es una idiotez.

Porque hay señales que revelan a simple vista la debilidad de la economía española. El crecimiento de nuestro país se sustenta en turismo y la construcción. La industria que teníamos está bien despiezada y en manos de multinacionales (de otros países). Nuestras empresas se expanden al exterior sólo en mercados con garantías de monopolio (En América Latina, la telefonía, el gas…) Tenemos un déficit crónico de financiación exterior y no somos competitivos exportando. Mostramos tasas de I+D que causan irrisión. Y, para colmo, estamos sufriendo el reventón de la burbuja inmobiliaria conjuntamente con la crisis financiera mundial. ¿Quién da más? Y aunque no estamos tan mal como en el ´93, tampoco estamos para tirarnos flores. Así que más nos valía que Zapatero hubiera sido más prudente en algunas afirmaciones gratuitas. Porque, mire usted por donde, no estamos invitados, y previsiblemente no lo estaremos. Uno tiene la importancia que tiene, ni más ni menos.

Dicho lo cual, la política exterior del gobierno tampoco nos ha ayudado mucho. Un poquito más de coherencia y orden nos hubiese venido bien. Con Felipe González teníamos poco peso en el mundo en términos objetivos, pero su política exterior nos logró dar mucha más preeminencia. Sobretodo en la Unión Europea. Por eso, esta asignatura pendiente del gobierno puede ser ahora un lastre. En cualquier caso, sería muy positivo para España tener algo que decir en la cumbre del día 15. Pero al tanto, porque después de tantas expectativas, si el gobierno no logra colarnos de alguna manera, será considerado como un fracaso. Y lo que menos necesita ahora el gobierno es más desgaste.

jueves, 16 de octubre de 2008

Opinión y ciencia

Nuestro país es muy dado al género de la tertulia. Los periodistas, que son siempre los mismos, van rotando de programa en programa, de medio en medio. Ya sabes que piensa cada uno casi antes de que hable. Y es sorprendente la autoridad con que se dedican a opinar sobre todo. Eso siempre me hace pensar... ¿Todas las opiniones son respetables? Lo cierto es que es una asunción bastante común en nuestro tiempo el considerar que sí que lo son. Pero desde mi punto de vista, se confunden diferentes elementos que es pertinente aclarar.

Desde tiempo de los antiguos griegos, se distinguía entre dos formas diferentes de conocimiento. La doxa y la episteme. La doxa hacía referencia al campo de la opinión, la retórica y la persuasión. Era el trabajo de los sofistas y los demagogos, que en las Asambleas persuadían al ciudadano. La episteme, por otra parte, nos remite al conocimiento y al método científico. Es decir, a conocer la realidad siguiendo unos procedimientos establecidos que sean replicables y comprobables. La opinión no es verdadera o falsa. Por el contrario, la ciencia si que lo es. Y conviene distinguir cuando hablamos de ciencia y cuando de opinión, para no juntar churras con merinas. Porque de la confusión entre ambas cuestiones provienen muchos de nuestros males. Si una persona opina que el hombre fue creado por Dios al séptimo día incurre en este tipo de problemas. Yo no puedo opinar que llueve hacia arriba. Lo que tengo que hacer es demostrarlo. Se debe seguir una metodología científica; tengo que probar tales principios, porque la ciencia, a diferencia de la opinión, tiene por fin el conocimiento.

Dicho lo cual, vuelvo a la pregunta inicial: ¿Todas las opiniones son respetables? La respuesta es no. Ha de distinguirse el fin y el medio. Puede haber gente que opine que los moros son gente inferior. La obligación que tengo es de respeto, no a su opinión, sino a su derecho a opinar. Ese sujeto puede opinar aquello que sea acorde a sus principios morales. Pero esta afirmación, que choca de plano con los míos, no me es tolerable. Por lo tanto, es una opinión que no respeto ni comparto, que combatiré, aunque acepte su derecho a decirla. En el caso contrario, nos instalaríamos en un limbo de indeterminación; una anomia moral. Luego, en el campo de la opinión, hay algunas más fundamentadas que otras. Eso se basa en la capacidad que tenga el orador para ofrecer argumentos que sean razonables. Por lo tanto, que ofrezca fundamentos para que personas que no tienen una opinión, puedan formársela, preferiblemente como la suya. Es evidente que aquel que tiene más conocimientos y experiencia en un campo puede ofrecernos opiniones más fundadas (aunque no las aceptemos, pueden hacernos reconocer parte de razón en ellas) Cuando un político habla sobre asuntos de Estado suele (¿?) tener más fundamentos que cuando habla un futbolista.

Por lo tanto, conviene distinguir ciencia de opinión, asumir que no todas las opiniones son respetables (sí el derecho a tener y expresar una) y que hay opiniones más fundamentadas que otras. En las ciencias sociales, y en la ciencia política en particular, conviene ser cuidadosos en esta distinción. Cuando yo opino sobre política, ofrezco mis argumentos y razones, pero no va más allá. Es una opinión más (fundamentada, espero) Bien distinto es cuando, en nuestra labor de científicos sociales, buscamos explicación a los fenómenos políticos. Ahí se requiere un método. En la distinción entre ambas dimensiones radica la raíz misma de la diferencia entre un político y un politólogo. El político opera en el campo de la persuasión. El politólogo, en el de la ciencia.

domingo, 12 de octubre de 2008

Los Intocables de Elliot Ness

En estos días del supuesto colapso del mercado financiero internacional, los estados (desde el Imperio hasta la Vieja Europa) han metido mano en la economía. Esta vez se ha demostrado que la Unión Europea no se pone de acuerdo ni en asuntos económicos. Primero, escalada entre países en la garantía de los depósitos. Luego, cada país afrontará diferentes paquetes de inyecciones de liquidez (En España, 50.000 millones de euros). Y ahora, se generalizan las nacionalizaciones de bancos al estilo de Reino Unido. Sólo se han puesto de acuerdo en una cosa: los estados europeos no tolerarán la quiebra de ninguna entidad financiera nacional.

No deja de ser una situación paradójica. Somos un sistema de libre mercado en el que se espera que haya un libre ajuste de la oferta y la demanda. Es decir, que las cosas valgan lo que la gente está dispuesta a pagar por ellas. Cuando alguien acumula de un bien, conocedor de que su precio se incrementa, y compra barato para vender caro, donde unos ven especulación otros sólo las reglas del mercado. Pues bien, parece lógico que si todo el mundo empieza a poner a la venta un bien (ej; pisos) y llega un punto en el que no hay tanta demanda, su precio empieza a bajar. La burbuja se pincha. Pues bien. El problema radica en que en EEUU se dieron préstamos a personas que no podían pagarlos, sólo confiando en que el precio de la vivienda siempre subiría (si hay que quitarles la propiedad, su venta será fácil y más provechosa). Tan buena era la situación, que los bancos de EEUU pedían prestado a bancos del mundo entero para poder dar más hipotecas. Pues bien, cuando la burbuja pincha en EEUU (cae el precio de la vivienda), apaga y vámonos. Los bancos de allí no pueden cobrar, y si lo hacen pierden dinero, generando sinergias perversas. No se fían dinero entre ellos, no se dan préstamos, suben los tipos de interés…

Y la paradoja llega cuando el Estado tiene que acudir al rescate de las entidades financieras para que la economía no se colapse. Si los bancos quiebran, no se dan más préstamos a las empresas, cesa la actividad económica, hay cierres y despidos… Todos los gobiernos se apresuran a darles dinero a los bancos. Aunque deberían quebrar según las reglas del libre mercado, no lo hacen, porque sería desastroso. Aunque muchos se hayan lucrado con esta operación basada en la especulación, papa Estado debe salvarles de nuevo. De paso, se garantizan los depósitos a particulares hasta 100.000 euros. No sea que la gente se asuste y saque su dinero. Así que no queda otra opción. Porque el seguir las reglas tendría peores consecuencias. Y eso que se supone que el sistema financiero español es muy solvente y seguro. Hombre, yo no lo dudo, pero también es verdad que en este país se han dado hipotecas muy alegremente...

Al final, la falta de instituciones internacionales que regulen los mercados ha generado que los estados hagan lo que puedan por salvar los muebles. Un capitalismo liberal poco al uso. Cambiando las reglas si conviene. Pero teniéndose uno que fastidiar; porque hay que salvar a los que se enriquecen para que todos no seamos más pobres. Aunque me parece que a nosotros no nos van a hacer ninguna inyección de liquidez. Pero bueno, se mire por donde, termina pasando como en el Monopoly: “Pierda quien pierda, gana la banca”.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Doctorando (fase de despegue)

He tardado un tiempo en volver a escribir (de hecho, escribí algunos borradores pero los descarté) La razón ha sido la falta de inspiración de estos días, tan anodinos y deprimentes. He estado un poco pesimista, pero la asistencia de mis gentes me ha hecho salir de la apatía. Recalcar que no digo que me haya ayudado el estar rodeado de gente (cosa inevitable en la residencia). Sino el haber sido apoyado por la gente apropiada. El comienzo del doctorado es un mar de incertidumbres y necesitas parejas dosis de optimismo y racionalidad para no perder el norte.

Ha llegado el momento de hacer un trabajo individual y muy personal de investigación. Un proyecto de larga duración (esperemos que no eterna) que me ayudará a aprender, por fin, a hacer buena Ciencia Política. Y que espero me ayude también a espabilarme, a buscarme las castañas. El objetivo principal lo lograré con el apoyo de mi tutor y de los profesores del departamento. Pero gracias a la convivencia que empiezo a tener con mis compañeros aprendes de verdad como funciona este mundo. Conociendo gente dispar en sus intereses, orígenes y formas de ser. A día de hoy, el impedimento más importante es la falta de financiación que sufrimos, al menos, un tercio de los compañeros. ¡Paradójicamente, los que son de la propia universidad! ¡Ay, señor! Esperemos a ver en que queda la resolución de las becas… Aun así, no es un problema insuperable. Lo que de verdad te vuelve loco del todo son los responsables de la secretaría del Departamento. ¡No se enteran de nada! ¡Me acabo de enterar hoy de que los doctorandos tenemos un despacho con ordenadores e impresoras gratis! ¡Y la mitad de la gente tampoco lo sabía! Buscaré mi viejo manual de vudú…

La vida de la Academia es un poco agridulce. Hay que perder la vergüenza y dirigirte a tus profesores sin ambages. Tu destino está un poco en manos del Director de Tesis, y más vale que lo elijas bueno y accesible. Si no, estas perdido. Siempre resulta estimulante el estar en compañía de académicos y expertos, de científicos sociales. Es ciertamente un ambiente propicio para generar conocimiento, para hacer cosas de provecho. Y tienes mucha libertad en la distribución de tu trabajo. Pero es verdad que siempre hay rivalidades y relaciones de poder dentro del Departamento. Pesos pesados que quizás conviene ser prudente y evitar, pero que si logras caerles en gracia te abren muchas puertas. Supongo que son las dinámicas propias de cualquier institución (o lugar de trabajo) Así que ahora me toca adaptarme al terreno y perder un poco la vergüenza. Va a haber que echarle morro al asunto. Hay que cambiar tantas dinámicas propias de la licenciatura…

En fin. Creo que mi ánimo está mejorando bastante porque, al final, te lo tienes que tomar con filosofía. Todo es coger una rutina de trabajo. Tener crisis de fe de vez en cuando está bien, aunque sólo sea para otear un poco hacia donde te estas dirigiendo. Sin embargo, creo que el camino que he elegido es el correcto, por más que no exento de problemas. Pero como dice Tácito, si no los hubiera ¿Qué gloria tendría la victoria?

miércoles, 1 de octubre de 2008

Presupuestos

En fechas recientes se han presentado los Presupuestos Generales del Estado, la que es llamada la ley más importante de cada curso político. De modo general, en este se presenta las estimaciones de gasto e ingresos del Estado para el próximo ejercicio, las partidas presupuestarias a cada uno de los ministerios, la división territorial de los recursos, las transferencias a las CCAA y Ayuntamientos, así como un largo etcétera.

Los Presupuestos tienen una gran importancia política, por al menos dos razones. En primer lugar, porque sirven como termómetro de los apoyos de los que dispone el Ejecutivo. El que no se aprobaran unos presupuestos por la mayoría absoluta necesaria supondría una prórroga de los del año presente pero a la vez un golpe muy duro a la imagen del gobierno. Pero también son importantes porque, al fin y al cabo, el que controla la bolsa tiene el mando. Y la capacidad presupuestaria es una de las herramientas fundamentales de las instituciones públicas para desarrollar sus políticas. El gobierno de Zapatero II previsiblemente logrará un acuerdo con el PNV y el BNG. A los primeros se los contentará con la transferencia de I+D (Aunque Garmendía la defienda con uñas y dientes) y otras chucherías que puedan presentar en las próximas elecciones vascas. El BNG apoyará al PSOE por las lealtades debidas en Galicia. UPN amaga, pero ya veremos que pasa. Todo lo que haga falta para evitar tener que recabar los apoyos de CiU que le saldrían demasiado caros en términos de financiación autonómica. Habrá que ver el encaje de bolillos que se hace, pero todo apunta a que los 7 diputados que le faltan al gobierno para la mayoría le saldrán a precio de oro.

Pero tampoco hay muchas opciones porque prorrogar los Presupuestos sería desastroso. Principalmente porque se elaboraron en un contexto económico bien diferente. Y la legislatura acaba de empezar, como para dejar tocado de muerte al PSOE. En general, las partidas de I+D, Educación y Vivienda suben, pero bajan casi todas las demás partidas. Los gastos sociales se incrementan, pero principalmente dado el incremento los gastos por desempleo. En lo referente a los impuestos, la caída más acusada es la del impuesto de Sociedades, que cae un 15%. Los ingresos por impuestos indirectos no subirán tampoco mucho dada la caída en el consumo interno. Pero la gran vergüenza (además de un incumplimiento electoral) es que este año no se indiciará el IRPF. Es decir, que los tramos y los mínimos no variarán con la inflación. Por lo tanto, gente que no haya ganado poder adquisitivo, ante el incremento de su salario generado por la lógica compensación por la inflación, puede saltar de tramo o salirse del mínimo. Así, el Estado ingresará un 6,7% más a través de un impuesto que grava sobretodo a las rentas bajas y medias. Hay que tener la cara bien dura para colarnos este gol por la puerta de atrás.

En general, al menos, se estima un crecimiento más mesurado para la economía (del 1,6% en 2008 y del 1% en 2009), lo que nos sitúa en un horizonte más real. Pero ahora toca mucha cocina en los pasillos del Congreso hasta que salga una propuesta de cuentas públicas definitiva. Es de esperar que no reduzcan ostensiblemente (o más bien, visiblemente) los fondos destinados a fines sociales. Pero ya veremos.