martes, 6 de mayo de 2008

Madrid

Este pasado puente del 1 de mayo, y aprovechando la celebración del bicentenario de los famosos fusilamientos, he ido por primera vez en mi vida a Madrid. Nunca en toda mi vida había visitado la capital, de modo que nos decidimos a aprovechar el puente de la comunidad para hacerlo. Un viaje que estuvo salpicado de turismo y regado con mucha cerveza. Alimentado con bien de tapas de jamón y tortillas de patata. ¡Qué diferentes son Madrid y Barcelona!

Allí, y eso es cierto, estuvimos en contacto con todo tipo de personas menos con madrileños. La vieja villa alberga en su seno una comunidad universitaria mucho más plural que la de Barcelona. En cierta medida la barrera lingüística genera recelos más allá de la franja de Poniente, lo que es una pena. Muchos de esos recelos son injustificados. De la misma manera, también es verdad que Madrid dispone de más universidades y con mayor tradición. Pero donde aquí el área de influencia es el Mediterráneo, la capacidad de atracción de la capital alcanza toda España. Más allá de eso, la propia vida universitaria es diferente, evoluciona un ritmo que da un poco de envidia. Ver cómo la gente tiene actividades en los colegios mayores, cómo echan sus partiditas de mus hasta las tantas. No es cuestión de Madrid, sino que los que entramos en la Pompeu estábamos firmando un contrato con el diablo. Vendimos nuestra vida universitaria por el prestigio del título.

Pero volviendo a Madrid, los propios estudiantes tienen una facilidad en comparación con Barcelona. ¡Salir es más barato! Por ejemplo, mientras que un billete sencillo de metro en Madrid cuesta 1 euro, en Barcelona es ya 1,20. Las cañas, aparte de ser (según se puede contrastar) de las mejor tiradas de toda España, siempre van acompañadas gratis por una tapa de jamoncito, de aceitunas, o algo que la haga más ligera. Así ¿Quién no estaría todo el día haciendo cultura de bar? Por ejemplo, llegamos a ir a un disco-bar donde los cubatas salían a razón de 2 por 6 euros. Si alguien conoce un sitio así en Barcelona, por favor, que me lo haga saber… Es cierto, por otro lado, que la Ciudad Condal tiene unos barrios mucho más pintorescos, más propios. Barcelona no se parece a nada que haya conocido jamás. Madrid, en algunas partes, no en el centro, podría pasar por una capital de provincia. Pero Barcelona se está mercantilizando que es una barbaridad. El Borne (Gracia menos) cada vez está más tomado por guiris, por locales de diseño. Todo mucho más fashion. Todo mucho más caro.

¡Ah! Pero Barcelona tiene playa, y eso se nota. Tradicionalmente, más abierta hacia Europa y el mundo que la castiza Madrid. Pero es difícil buscar solución al antiquísimo litigio entre las dos ciudades. Además, tampoco conozco Madrid cómo Barcelona, y quizás eso haya hecho que retenga una impresión tan positiva. Después de todo, una cosa es estar un puente de vacaciones y otra vivir de continuo. ¿Pero por qué tendrían que negarse la una a la otra? Cada rincón de la península ibérica tiene unos olores propios que cautivan a propios y extraños. Unos rincones llenos de encanto. Nos es propio amar aquellos lugares en los que nacemos o en los que pacemos, pero no por ello deberíamos dejar de reconocer las virtudes de los nuevos que conocemos. Hay todo un país por descubrir más cerca de lo que a veces nos damos cuenta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No quisiera aguarte la fiesta, pero tienes un local cerquita de casa, en la calle Marina, donde hasta hace nada eran dos cubatas a 5 euros... ahora ya son seis euros, asi que igualo la oferta.

Por otro lado, yo ya he estado tres veces en Madrid, y me encanta!!! ( y soy de Barcelona, y catalana y todas esas cosas).

Madrid es una ciudad diferente, mucho más grande que Barcelona, con un estilo diferente.... pero no se, a mi me gusta, sin saber decir bien bien porque...

Kanciller dijo...

Nadie puede negar que Barcelona tiene un encanto especial, desde luego. Y tienes razón en que Marina sigue siendo la zona más barata (En el K-tres no cobran entrada) Pero no me negarás que cada vez está más cara...

Anónimo dijo...

Si, las zonas míticas de Barcelona se estan "apijando", Gracia ya no es la misma que cuando yo salia por ahí, o el Gotic, el Born o incluso marina.... en fin, es lo que tiene querer ser "cosmopolita", que es sinónimo de caro!!!!

elpatidescobert dijo...

El día que cierren el Lidl y tengamos que ir a los bares el mundo barcelonés se habrá acabado... ;)