viernes, 23 de enero de 2009

El día más difícil...

En los próximos días, TVE emitirá una miniserie titulada “23 F: el día más difícil del Rey”. La serie, acorde a las declaraciones de sus responsables, se basa en "La recreación emocional de los personajes protagonistas aquel día. No obstante, aseguran que no se hace ninguna especulación de los acontecimientos, sino que se basa en "hechos probados, tanto por el sumario, como por las fuentes fidedignas que ha habido." De la misma manera, argumentan que saben que generará polémica. Pues bien, allá vamos.

El fenómeno de las mini-series sobre la historia reciente de España comenzó con la fabulosa oferta de Antena 3 y “Los últimos días de Franco”, en la que se daba una imagen casi tierna del dictador en sus últimos días. Los personajes, por supuesto, eran ensalzados en función de la tradicionalmente sesgada visión de la Transición. Esa que nos dice que sus protagonistas desde las elites políticas del Antiguo Régimen eran “demócratas de tapadillo”. En cierta medida el subtítulo de la serie nos invita a ello. “El día más duro del Rey”. Pareciera que el resto de la gente no estaba preocupada. Me imagino que ni siquiera todo el poder legislativo y ejecutivo, prisionero en las Cortes Generales, lo pasaban tan mal. O el pueblo que acababa de recuperar sus libertades y veía planear la sombra de la dictadura y la guerra civil.


No soy un revisionista de esos que consideran que la Transición fue un fiasco que llevó a la decepción (la decepción vino después). No creo que se pudiera haber hecho de otra forma, porque probablemente las circunstancias no lo permitían. Al final, el resultado ha sido muy positivo. La primera democracia estable (¿A que parece que llevamos una eternidad?) en dos siglos, con amplio régimen de libertades y derechos. Con sus problemas, desde luego. Pero modélico. Ahora bien, eso no significa que los actores implicados no fueran racionales y que no persiguieran sus propios objetivos. Y uno de esos jugadores era la Corona. No hay que olvidar que la prioridad de Juan Carlos I siempre será garantizar la continuidad de la monarquía como institución. Y si se alineó con la democracia fue precisamente porque sabía que, a imitación de otras en Europa, la única manera de subsistir es siendo una monarquía constitucional. Precisamente por eso, monarquía y democracia fueron en la Constitución como un paquete indisociable.


Sobre el propio papel del Rey el 23-F, nadie puede dudar de que como obró fue digno de alabanza. Su rechazo al golpe (como continuador de la legitimidad retrospectiva del franquismo) garantizó la permanencia del régimen constitucional. Por más que esto sea verdad, hoy está floreciendo en el género audiovisual la propaganda sobre nuestra propia historia. El gran éxito ha sido el vender a figuras como Suarez o el Rey como grandes demócratas. Que grandes demócratas, siendo el primero era Secretario General del movimiento y el segundo, heredero del Caudillo. Mucho me temo que honramos en exceso el papel de aquellos que menos tenían que perder si las cosas seguían como estaban. Y luego, esto: “23-F; el día más difícil del Rey”. Viva la impostura.


PD: La foto es del General Gutiérrez Mellado; vicepresidente para la Defensa. Con alrededor de 70 años, la emprendió a leches con los golpistas. ¡Que huevos tenía el tío!

No hay comentarios: