domingo, 20 de julio de 2008

Señales

Supongo que es algo propio de nuestra naturaleza. Lo esotérico, lo místico, lo sobrenatural, nos atrae enormemente. Aquello que dicen de que yo no creo en los fantasmas, pero todo eso me da “respeto”. Vamos, que le da miedo. A todo el mundo le han contado historias de terror en un campamento a la luz de la hoguera. Las leyendas de la tabla de Ouija, de las misas satánicas. Y todos, cuanto hemos sido pequeños, hemos tenido alguna pesadilla con vampiros o monstruos del saco.

Un profesor que tuve en primaria solía decirnos a la clase que había que tener más miedo de los vivos que de los muertos. Y a menos que uno muera atropellado por un coche funerario, no le falta razón al buen hombre. Porque incluso la funeraria la conduce un vivo. Por eso me ha hecho mucha gracia la noticia que me ha comentado Jorge en el café. Durante la última semana, una seria de símbolos en campos de maíz (como en la película “Señales”) fueron apareciendo en terrenos de Barcelona, Madrid, Málaga y Bilbao. Estos denominados “Crop circles” son figuras que no son apreciables a ras de suelo, pero que desde lo alto, a vista de pájaro, aparecen como formas definidas.

Las leyendas urbanas siempre han situado su origen en la procedencia paranormal o extraterrestre. Por supuesto, es la explicación de Iker Jimenez y sus frikis de “Cuarto Milenio”. Según los seguidores de esta hipótesis, un claro ejemplo de esta procedencia sería el mal funcionamiento de algunos aparatos que utilizan cualquier tipo de energía, como los eléctricos y las brújulas, y las descargas de baterías. El rastro del trigo que dejan no está aplastado ni roto, sino que está como doblado y sigue creciendo. Se supone que esa inclinación surge del hecho que se le ha aplicado un calor en la base de la planta. Sería como si algún tipo de nave extraterrestre aterrizara.

Otra de las hipótesis que se barajan es la creación humana, que realizaría los círculos por las noches. También se baraja la creación de estos círculos por la acción del viento u otras causas ambientales. Estas son las explicaciones de los seguidores del empirismo práctico o los de “la navaja de Occam”. La explicación más sencilla es, probablemente, la correcta. Curiosamente, el origen de estos “crop circles” tiene una base histórica. El círculo de cosecha más antiguo registrado está representado en un grabado del siglo XVII llamado "El demonio de segar", cuya imagen representa a una criatura extraña que crea un diseño circular en un trigal. Se dice que la imagen aparecía en varios panfletos donde los agricultores de la época expresaban su preferencia por tener "al mismo diablo" segando la cosecha antes que pagar el salario que su segador exigía por su trabajo

La cuestión es que, ojeando el periódico, comentamos la noticia por encima unos momentos. Entonces, Jorge me lo aclaró todo. Él, que hace prácticas de becario en “Bacardi”, me explicó que todo era una campaña publicitaria de la compañía. De hecho, había invitado a la prensa a ver con helicópteros de la marca los signos en el trigo. Estos estaban inspirados por el dialecto Fiji, de donde procede uno de los ingredientes del ron. ¡Vaya con los publicistas de marketing! Estos si que saben como llamar la atención, haciendo delicias de caza-misterios de todo el país. En fin. Dicen que por la noche, si te acercas a esos campos, puedes ver a los extraterrestres que los han impreso en el trigo. Seres con ojos rojizos y que avanzan tambaleantes, sosteniendo su cubata en una mano y su cigarrillo en la otra. Su sonrisa es aviesa y su pronunciación, gutural e incomprensible. Esta noche no dormiré tranquilo…

1 comentario:

Toni Rodon dijo...

Pablo, esto de trabajar tanto te está volviendo loco... ;)