miércoles, 1 de octubre de 2008

Presupuestos

En fechas recientes se han presentado los Presupuestos Generales del Estado, la que es llamada la ley más importante de cada curso político. De modo general, en este se presenta las estimaciones de gasto e ingresos del Estado para el próximo ejercicio, las partidas presupuestarias a cada uno de los ministerios, la división territorial de los recursos, las transferencias a las CCAA y Ayuntamientos, así como un largo etcétera.

Los Presupuestos tienen una gran importancia política, por al menos dos razones. En primer lugar, porque sirven como termómetro de los apoyos de los que dispone el Ejecutivo. El que no se aprobaran unos presupuestos por la mayoría absoluta necesaria supondría una prórroga de los del año presente pero a la vez un golpe muy duro a la imagen del gobierno. Pero también son importantes porque, al fin y al cabo, el que controla la bolsa tiene el mando. Y la capacidad presupuestaria es una de las herramientas fundamentales de las instituciones públicas para desarrollar sus políticas. El gobierno de Zapatero II previsiblemente logrará un acuerdo con el PNV y el BNG. A los primeros se los contentará con la transferencia de I+D (Aunque Garmendía la defienda con uñas y dientes) y otras chucherías que puedan presentar en las próximas elecciones vascas. El BNG apoyará al PSOE por las lealtades debidas en Galicia. UPN amaga, pero ya veremos que pasa. Todo lo que haga falta para evitar tener que recabar los apoyos de CiU que le saldrían demasiado caros en términos de financiación autonómica. Habrá que ver el encaje de bolillos que se hace, pero todo apunta a que los 7 diputados que le faltan al gobierno para la mayoría le saldrán a precio de oro.

Pero tampoco hay muchas opciones porque prorrogar los Presupuestos sería desastroso. Principalmente porque se elaboraron en un contexto económico bien diferente. Y la legislatura acaba de empezar, como para dejar tocado de muerte al PSOE. En general, las partidas de I+D, Educación y Vivienda suben, pero bajan casi todas las demás partidas. Los gastos sociales se incrementan, pero principalmente dado el incremento los gastos por desempleo. En lo referente a los impuestos, la caída más acusada es la del impuesto de Sociedades, que cae un 15%. Los ingresos por impuestos indirectos no subirán tampoco mucho dada la caída en el consumo interno. Pero la gran vergüenza (además de un incumplimiento electoral) es que este año no se indiciará el IRPF. Es decir, que los tramos y los mínimos no variarán con la inflación. Por lo tanto, gente que no haya ganado poder adquisitivo, ante el incremento de su salario generado por la lógica compensación por la inflación, puede saltar de tramo o salirse del mínimo. Así, el Estado ingresará un 6,7% más a través de un impuesto que grava sobretodo a las rentas bajas y medias. Hay que tener la cara bien dura para colarnos este gol por la puerta de atrás.

En general, al menos, se estima un crecimiento más mesurado para la economía (del 1,6% en 2008 y del 1% en 2009), lo que nos sitúa en un horizonte más real. Pero ahora toca mucha cocina en los pasillos del Congreso hasta que salga una propuesta de cuentas públicas definitiva. Es de esperar que no reduzcan ostensiblemente (o más bien, visiblemente) los fondos destinados a fines sociales. Pero ya veremos.

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