miércoles, 11 de marzo de 2009

Adelanto electoral

El otro día, alguien cercano me planteó la pregunta de si Zapatero podría adelantar las elecciones dado el panorama político que se le plantea. Esto me sirvió para aplicar la segunda parte del libro “La confrontación política” de José María Maravall (2008, Ed. Taurus) en el que, precisamente, trata del tema de los adelantos electorales. Conste que intentaré aplicar su lógica para responder a esta pregunta: ¿Adelantará Zapatero las elecciones?

Partamos de algunas premisas. En primer lugar, los partidos obtienen más utilidad (beneficios, si se quiere) cuando están en el gobierno que en la oposición. Por otro lado, someterse al escrutinio de los electores posee un componente de riesgo, de incertidumbre ante los posibles resultados. Pero ello no significa que los gobiernos en regímenes parlamentarios se mantengan en el poder hasta agotar su mandato. En general, adelantarán elecciones en dos contextos: 1) si saben seguro que van a perder y quieren intentar minimizar sus pérdidas y 2) si saben seguro que van a ganar y quieren aprovechar para maximizar sus escaños. De manera global, apenas hay casos contrastados en los que se convoquen elecciones en la primera mitad de la legislatura; suelen hacerlo al tercer o cuarto año. Los gobiernos que más adelantan elecciones son los monocolor (un único partido gobernando) en minoría parlamentaria mientras que los que menos lo hacen son los de coalición (porque su funcionamiento interno reduce el margen del Primer Ministro). Por último, hay una fuerte tendencia a que ante una subida de la popularidad del Presidente, se convoquen elecciones anticipadas aprovechando la buena coyuntura, y más aún si esta es volátil. También influye favorablemente la existencia de una oposición dividida.

Intentemos aplicar estos argumentos al caso de España. El gobierno Zapatero es del PSOE en minoría, luego tiene margen de maniobra para el adelanto. Aún así, sería extraño que, salvo si hubiera una crisis de gobierno muy importante (veto a Presupuestos en el Congreso) se adelantaran elecciones en el año próximo. Como sabemos, la crisis económica está desgastando al Ejecutivo y supone caídas en su popularidad. Aunque la oposición tiene problemas (porque está dividida internamente) para capitalizar este desgaste, su liderazgo ha sufrido un leve repunte tras la victoria en Galicia. Pero el timing de la crisis económica es crucial. Un diagnóstico certero nos coloca en un horizonte de recuperación hacia el 2011-2012. Por lo tanto, habríamos de esperar que la popularidad del ejecutivo se repusiera en esos años (si, y sólo sí, no ocurre nada imprevisto). Mientras, un resultado decepcionante en las europeas podría dividir a la oposición (o reforzarla si es positivo).

En suma; recapitulemos la evidencia. A favor del adelanto está que es un gobierno monocolor en minoría y hay una oposición dividida. En contra, la parcial caída de la popularidad. Ya que el escenario previsto en caso de adelanto inmediato muestra paridad en intención de voto PP-PSOE, el riesgo de convocarlas (se pueden perder por poco) excede claramente los beneficios de seguir gobernando. Un adelanto inmediato es impensable, y más si el PP gana las Europeas (reforzarían a Rajoy). Sin embargo, podría ser que se adelantaran en caso de que la una rápida mejoría en la economía al final de la legislatura aúpe la popularidad del gobierno. Aunque siempre sea difícil hacer pronósticos, dudo mucho de que un adelanto electoral sea inminente.

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