Creo que la frase escogida por Mariano Rajoy para describir la situación de Benidorm no puede ser más acertada. “Algo huele a podrido”. Y es que no puede ser menos en el que ha sido el máximo exponente de las miserias de este país. Urbanismo desmesurado, economía en base al turismo de baja calidad, corrupción política a todos los niveles. No puede ser menos, pues esta fue la plataforma de lanzamiento de su insigne alcalde, Eduardo Zaplana, el mismo que dijo que estaba en política “para hacer dinero”. Sumerjámonos en la miasma pestilente.
El Partido Popular se hizo en su día con la alcaldía de Benidorm gracias a la ayuda de una tránsfuga del PSOE, que le dio la alcaldía a Zaplana en 1991 y supuso el inicio de un ciclo imparable de mayorías absolutas. Fue justo en el apogeo de la especulación inmobiliaria y, sin duda, no pocos se hicieron ricos gracias a la gestión del PP en el ayuntamiento. Sin embargo, el equilibrio de poder ya se trastocó en el PP cuando Zaplana salió de la Comunidad Valenciana y su sucesor, Camps le declaró la guerra de manera abierta (Cria cuervos…). En la limpieza masiva que hizo de zaplanistas de los cargos públicos del PP valenciano, el PP de Alicante siempre ha sido más afecto al ex presidente y ha sido un cierto colchón para los agraviados. Esto ya nos hace a la idea de la persistencia de cierto ruido interno dentro del PP de esa provincia. Pues bien. Se ha llegado a la situación de un tránsfuga del PP haya decidido salir del ayuntamiento y avalar una moción de censura con el PSOE para expulsar al alcalde, Pérez Fenoll. La razón según él, la ingobernabilidad del consistorio desde hace un año y la existencia de ciertas irregularidades urbanísticas que deslizó de manera velada. Incluso, los ediles socialistas del PSOE han llegado a denunciar un intento de soborno por parte del PP para que no apoyaran la moción.
Y en esta tesitura, solapado con el morboso enfrentamiento entre la Secretaria de Organización Leire Pajín y su madre, edil de Benidorm, tiene su importancia porque tiene una lectura interna y externa. Pese a que el dirigente provincial del PSOE y la Comisión Federal insisten en que no avalan la moción, los ediles han preferido salirse del partido antes que dejar de hacer la moción. Evidentemente, a nivel interno, deja tocados tanto al PSPV como a la propia Pajín, que ya tuvo que soportar veladas críticas por la campaña de las elecciones europeas, colocando de paso la sospecha sobre los “independientes” que gobernarán de ahora en adelante. No dejan de ser tránsfugas y de secuestrar la voluntad popular, mediando al parecer motivaciones opacas, como aquellas de Tamayo y Saez...
El Partido Popular se hizo en su día con la alcaldía de Benidorm gracias a la ayuda de una tránsfuga del PSOE, que le dio la alcaldía a Zaplana en 1991 y supuso el inicio de un ciclo imparable de mayorías absolutas. Fue justo en el apogeo de la especulación inmobiliaria y, sin duda, no pocos se hicieron ricos gracias a la gestión del PP en el ayuntamiento. Sin embargo, el equilibrio de poder ya se trastocó en el PP cuando Zaplana salió de la Comunidad Valenciana y su sucesor, Camps le declaró la guerra de manera abierta (Cria cuervos…). En la limpieza masiva que hizo de zaplanistas de los cargos públicos del PP valenciano, el PP de Alicante siempre ha sido más afecto al ex presidente y ha sido un cierto colchón para los agraviados. Esto ya nos hace a la idea de la persistencia de cierto ruido interno dentro del PP de esa provincia. Pues bien. Se ha llegado a la situación de un tránsfuga del PP haya decidido salir del ayuntamiento y avalar una moción de censura con el PSOE para expulsar al alcalde, Pérez Fenoll. La razón según él, la ingobernabilidad del consistorio desde hace un año y la existencia de ciertas irregularidades urbanísticas que deslizó de manera velada. Incluso, los ediles socialistas del PSOE han llegado a denunciar un intento de soborno por parte del PP para que no apoyaran la moción.
Y en esta tesitura, solapado con el morboso enfrentamiento entre la Secretaria de Organización Leire Pajín y su madre, edil de Benidorm, tiene su importancia porque tiene una lectura interna y externa. Pese a que el dirigente provincial del PSOE y la Comisión Federal insisten en que no avalan la moción, los ediles han preferido salirse del partido antes que dejar de hacer la moción. Evidentemente, a nivel interno, deja tocados tanto al PSPV como a la propia Pajín, que ya tuvo que soportar veladas críticas por la campaña de las elecciones europeas, colocando de paso la sospecha sobre los “independientes” que gobernarán de ahora en adelante. No dejan de ser tránsfugas y de secuestrar la voluntad popular, mediando al parecer motivaciones opacas, como aquellas de Tamayo y Saez...
Y, a nivel externo, el Partido Popular ha cogido una rabieta de no menearse, pues esperaban que el PSOE tuviera mayor control sobre sus ediles y les permitiera conservar la alcaldía. Y exigen que no vayan en las próximas listas y amenazan con no reconocer a Pajín como interlocutora. ¡Ah, cuanto nerviosismo! No me extraña, porque no será extraño que la nueva administración se encuentre con la posibilidad de destapar la caja de los truenos… ¿Quién sabe cuantos pelotazos, cuantos maletines, ha ocultado la corporación local hasta ahora gobernante? Porque aunque a todos asiste la presunción de inocencia, no es menos cierto que como bien dice Rajoy, algo huele a podrido en Benidorm.
2 comentarios:
Hola Pablo, muy acertada la reflexión. El transfugismo es malo para la democracia, pero el PP tiene una actitud más permisiva con estas situaciones.
Creo que si el PP sigue sin respetarlo, tendríamos que romper el pacto.
Gracias por el comentario, Javier. Yo creo que hay que incluir nuevas previsiones para el control del trasnfuguismo más allá de un mero pacto. Se deberían fijar controles más intensos para el acceso a un cargo público (más control de incompatibilidades, controles del patrimonio...)
En la política no se está para "enriquecerse" si no con una vocación de servicio público y debería notarse.
Respecto al PP, no es más que una rabieta pq perderán el ayuntamiento. Supongo que en el de Denia les importó algo menos... pq el tránsfuga les dió la alcaldía a ellos. Como decía el editorial del País, "entre tránsfugas y cínicos"
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