miércoles, 26 de noviembre de 2008

Bolonia si, Bolonia no

Estos días de crudo frío el tema más recurrente en todos los foros estudiantiles hace referencia al “Proceso de Bolonia”. De hecho, el pasado 20 de noviembre tuve la oportunidad de asistir a una manifestación en contra por el centro de Barcelona (véase The Invisible Hand), aunque por la mañana me enfrenté a algunos piquetes que me impedían entrar en la Universidad. Paradojas de la vida, ni a favor ni en contra del todo. Este tema es lo suficientemente complejo como para que sea difícil rechazarlo o aceptarlo en bloque. El apasionado debate de ayer en la cocina me ayudó a clarificar mi posición sobre el tema. Veamos.

En primer lugar, los antecedentes. El proceso Bolonia nace de la declaración firmada por 29 países en 1999 en esta ciudad para permitir la libre circulación de estudiantes a nivel europeo, reconocer las titulaciones de manera homologada en todo el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y fijar un valor equivalente de los créditos entre todas ellas. Como metodología de trabajo, “Bolonia” propone incentivar más la formación autónoma del estudiante con clases prácticas, reducir las sesiones asistenciales y potenciar tanto la obtención de conocimientos como de habilidades (esfuerzo, disciplina, pensamiento crítico). Una línea más cercana a la universidad anglosajona, más orientada hacia el mercado de trabajo. Hasta aquí todo parece bien, pero todo ello tiene un problema común que no ha sido bien identificado por las protestas estudiantiles: el problema no es el proceso, sino su implementación, de la que el culpable principal es el Gobierno. Ya se ha subrayado desde las autoridades del Estado que esta reforma se debe hacer a “coste cero”. ¿Qué implica eso? Que aunque hacen falta más medios y profesores, no se contratarán. Que aunque hace falta mejores bibliotecas, no se potenciarán. Que aunque haría falta un programa ambicioso de becas (porque ahora hará falta hacer un master), no se aplicará. La cuestión es que no se pone ni un duro.

Y esta falta de financiación es el verdadero problema, que hace que pretendamos competir con gigantes educativos de otros países sin invertir lo necesario para hacerlo en condiciones aceptables. Además de fomentar las desigualdades dentro del propio sistema español. Los que trabajan y estudian a la vez lo tendrán más difícil (sesiones asistenciales obligatorias) y en general estudiar será algo más caro (porque el master, aunque sea a precio público, no deja de costar menos de 1400 euros). Y luego, hemos visto como la política de universidades y Gobierno ha sido errática. Los primeros, aplicando la reforma a diferentes velocidades, con criterios distintos. Y los segundos con políticas de globos sonda (ahora quito ciertas carreras, ahora no) y sin una coordinación mínima. En un contexto en el que los alumnos no tienen ninguna información, pero temiendo a Bolonia como una maldición. Saben que implicará gran cantidad de trabajo superar cada asignatura (lo que no necesariamente es malo) con unos profesores que no saben muy bien cómo aplicar este sistema (esto sí lo es). Por su parte, no olvidemos que son las universidades las que diseñan los planes de estudios, metodologías... y no todas sortean la cuestión con la misma habilidad.

En resumidas cuentas, Bolonia tiene puntos positivos y negativos. A mi entender los primeros son los que se vinculan con el propósito detrás de la reforma, pero los negativos son los de su aplicación. Seamos realistas. Si de verdad queremos tener un sistema universitario competitivo habrá que invertir a fondo en él. Pero ya se sabe que es una inversión de futuro y no es rentable a corto plazo. Poca idea tienen los gobernantes de hacer algo que no se traduzca en un titular inmediato. Por desgracia, hacer esta reforma a “coste cero” da una idea bastante aproximada del valor que se le concede a nuestra formación universitaria.

jueves, 13 de noviembre de 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ausentes

Por segunda vez en tiempo reciente ha saltado a los medios de comunicación la imagen del hemiciclo del Congreso de los Diputados completamente desierto. Incluso la semana pasada la ausencia de un diputado del PP impidió hacer una pregunta parlamentaria a Solbes sobre el dato de paro. Desde algunas tribunas se acusa el descaro de sus señorías a la hora de faltar a sus deberes. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de demagogia en estas acusaciones?

Conviene comenzar por aclarar una premisa: el que un diputado no se encuentre en el Pleno no signifique que no esté trabajando. Primero, porque en paralelo a estos se desarrollan las comisiones, que se realizan en otras dependencias y que estudian los proyectos y propuestas de ley. Si cada vez que hay Pleno tuviera que detenerse el trabajo de las comisiones (que no necesariamente son plenarias, también tienen mucho de discusión informal), el proceso legislativo todavía sería más lento. Y segundo, porque muchos diputados tienen otras atribuciones a parte de su escaño: son ministros, jefes de organización del partido... Luego el que se solapen en la misma persona varios cargos hace que sea más difícil que acuda a todas las sesiones, sobretodo si no son de control (las políticamente más combativas) o si no es para votar. Dicho lo cual, podemos distinguir entre unos diputados que se ausentan justificadamente y otros. Luego, convendría que el justo escarnio público caiga sobre aquellas señorías que sean más sinvergüenzas. Y de la misma manera, que se habilitaran los controles internos necesarios para que la ausencia en un Pleno deba ser justificada, aunque sea por canales informales (por ejemplo, mediante el aval del jefe del grupo parlamentario).

Pese a esto, ello no quita para que sus señorías deban ser tildadas de irrespetuosas. En un país en el que la mayoría de la gente (y también de medios de comunicación) valoran a la clase política como corrupta o ineficaz, lo que menos falta hace es que se refuercen estos clichés injustos con imágenes como las de estos días. Para colmo, esta tarde acudió al hemiciclo como invitado el presidente del parlamento de Andorra y se encontró con un panorama desolador. ¡No sólo se daña la imagen interna de nuestra política, sino también cara al exterior!. Pepe Bono se limitó al chascarrillo de que “la opinión de los presentes es más importante que la de los ausentes”. Es evidente que este problema ya ha aparecido otras veces, pero que duda cabe de que si Manuel Marín hubiera estado al frente no hubiera vacilado en pedir perdón a la sociedad española. Ya lo hizo en otras ocasiones, consciente de lo necesario que es poner en valor la Política ante la ciudadanía. Esperemos que si arrecian las críticas, al menos, se decidan a tomar alguna medida al respecto. Aunque puede que si ni ellos mismos se preocupan de la imagen que trasmiten es porque tienen la que con justicia merecen.

martes, 11 de noviembre de 2008

UPyD y cia.

Últimamente se ha planteado en algunos de los blogs amigos (véase el interesante debate de becario en Moncloa) que UPyD puede obtener muy buenos resultados en las elecciones europeas. Las principales razones que se argumentan son que la joven formación capitaneada por Rosa Díez podría capitalizar el descontento hacia Zapatero. Ya que las elecciones europeas son de “segundo orden”, menos importantes, los votantes castigarían al gobierno por la gestión de la crisis y serían premiados por los descontentos del ala dura del Partido Popular. Así, se convertiría en la tercera fuerza en a nivel español aupada por la notable popularidad de su líder (casi tan valorada como el Presidente del Gobierno). El fenómeno de UpyD y en menor extensión, Ciutadans, sólo ahora comienza a estudiarse.

La literatura de sistemas electorales establece que un partido político con vocación de representación surge de la interacción entre un nuevo fenómeno de conflicto social (no representado) y la permisividad del sistema electoral. Es necesario que haya la activación de algún issue para que unas elites emprendedoras decidan tomar la iniciativa y formar un grupo político. Nadie formaría un partido (en una democracia consolidada) si considera que no tiene un sector social a representar. Pero la viabilidad del mismo dependerá de que no haya barreras electorales lo suficientemente intensas para impedir que obtengan representación. Por lo tanto, que no haya una barrera electoral (un mínimo de votos a superar para optar a escaño) o que la magnitud del distrito sea grande (porque si hay pocos escaños en juego, casi seguro se lo llevan los partidos grandes). Mi hipótesis es que UPyD y Ciudadanos surgen como respuesta a un estímulo común: la activación del conflicto centro-periferia. En la medida en que este tema ha ocupado el centro del debate político, estos partidos se han alineado con una posición más militantemente centralista (españolista en el caso de Ciudadanos) que los partidos mayoritarios preexistentes.

Pero ¿Acaso no se ha hablado de nacionalismo toda la vida en España? ¿Por qué aparecen ahora y no antes? Para el caso de UpyD lo tengo claro. En la medida en que el gobierno estatal ha estado en minoría, y por lo tanto sometido a gobernar merced del nacionalismo, ha surgido un partido con un programa centrado principalmente en el tema territorial (aunque del otro lado por entendernos). Eso no ocurrió durante las minorías de González o Aznar bien porque otros issues fueron movilizados, como la corrupción o el GAL o bien porque al gobernar el PP, se aparcaron los tics que surgieron en la segunda legislatura. Pero con Zapatero, al centrarse la legislatura de manera tan importante en temas territoriales se ha encontrado el nicho electoral. Si nos fijamos en Cataluña, con Ciutadans, es desde los “tripartitos” que se plantea el tema territorial como prioritario (ahora menos) desaparecida la “mayoría benévola” del nacionalismo conservador. Además, un estudio sobre las elecciones catalanas (publicado en inglés, no tan curiosamente) muestra que hay asociación entre los distritos en los que Ciutadans consigue más votos y aquellos dónde hay más voto en blanco y nulo. El Estatut y el cansancio que trajo explican en parte esto, pero no me cabe duda de que si lo comprobásemos para UPyD, la tendencia no sería muy diferente.

Sobre la barrera electoral, Ciutadans tiene su ámbito en Cataluña, así que la baja participación de las últimas elecciones le ayudó mucho. Por su parte, UPyD hizo un gran trabajo (con el apoyo de algunos medios de comunicación) hasta el punto de colocarse en la cuarta posición en votos. Pero UpyD está beneficiada por tener sus principales nichos electorales en distritos grandes (Madrid, Valencia) donde la proporcionalidad es mayor, y se asegura una representación mínima. Si con la elevada competitividad que hubo en las pasadas elecciones entre PP y PSOE logró obtener escaño, estoy convencido de que en las próximas elecciones aumentará su representación. Los votantes de UPyD, por recuerdo de voto, fueron 2/3 de origen popular y 1/3 de origen socialista aproximadamente. Así que quizás termine dañando al PP en algunos de sus feudos tradicionales. Y más si la caverna mediática sigue atacando al actual liderazgo conservador. De un modo u otro, UPyD y Ciutadans no es para nada un fenómeno transitorio. Que quede bien claro: han venido para quedarse.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Los astros

El mismo año en que Juan XXIII, el Papa del Concilio Vaticano II asumía la tiara papal, nació él. Acompañando a este solmene cambio, fue ese mismo año cuando Enric Bernat fundó la famosa compañía de “Chupa Chups” y cuando Ibañez dibujó la primera viñeta de “Mortadelo y Filemón”. ¿Qué conexión podrían tener, más allá de la fecha, estos eventos entre sí? Para los antiguos babilonios los actos que acaecían en el año de nuestro nacimiento, inducidos por los astros, eran los que determinaban nuestro futuro. Si esto es cierto, mirándole a él no me extraña.

Si uno analiza los pilares de su carácter podrá distinguir con facilidad cómo le marcaron estos sucesos tan dispares. Por una parte, está dotado de la imperturbabilidad de quién se sabe ganador de la Gloria divina. Sensible al mal ajeno, pero con mirada y gesto imperturbable. Sabe que los dones del Señor son impenitentes y variables. Que la Gloria del Señor va y viene, pero que él permanece. Y por ello está orgulloso de su rol cómo pastor del rebaño. Aunque cuando las ovejas se le descarrilan, a veces le puede la furia y las reconviene de un palazo en las costillas. Pecata minuta, ya se sabe. Pero este rol lo combina con un sentido del humor generoso e irónico. De una risa contagiosa propia de un lector de tebeos e historietas. Alguien que siempre quieres tener cerca porque sabes que trasmite buenas vibraciones. Él es un auténtico experto en añadir el toque gracioso que hace que la vida sea un poco más dulce. Un poco más cómo un caramelo.

Pero no siempre las estrellas aciertan. Ese mismo año el F.C. Barcelona gana la primera Copa de Ferias (Antecesora de la UEFA): pero él nos sale merengue hasta la médula. Quizás sea la base del principio acción- reacción. O que sobre deporte los astros son un poco cachondos. Ese mismo año, Brasil gana su primera Copa del Mundo. ¿Será el suyo un linaje de deportistas exitosos? O si no, al menos, ¿Alguno de los suyos pillará una brasileña? Por otra parte, no es casualidad que los soviéticos lanzaran el Sputnik 3 ese mismo año. Era previsión de que el chico vería más de una vez el mundo a vista de pájaro. Que visitaría las cuatro esquinas del planeta. Junto a él, ese mismo año, nacieron dos de las figuras más importantes del pop moderno: Madonna y Michael Jackson. Normal que le entrase afición a la música y el karaokeo. Si uno nace a la sombra de semejantes titanes, algo siempre se pega.

Pero él tiene algo que lo diferencia de ellos. Ellos han necesitado, con el pasar de los años reinventarse a sí mismos (aunque con dispares resultados). Por el contrario, él no lo necesita. Con, o sin bastón, es algo que ni concibe. Porque sabe que es auténtico. Y que, a una mala, los astros le acompañamos. ¡Feliz cumpleaños!

sábado, 1 de noviembre de 2008