martes, 22 de septiembre de 2009

Y vuelta a comenzar...

Ha empezado el curso, y se nota el bullir de la actividad en la Universidad. Esta mañana en la puerta, cuando yo me dirigía a tomar mi socorrido cortado, había un grupo de nuevos estudiantes. Agitados, emocionados por empezar la vida académica. ¿Cómo no estarlo? Iban dando vueltas sin parar, intentando rastrear donde tienen las clases y buscando a los que serán, quizás, sus compañeros durante los próximos 4 años. Los he visto, y me han parecido tan pequeños… ¡Hace 6 años pasé por el mismo trance y cualquiera lo díria! Ya casi soy parte del mobiliario de la universidad.

La actividad también ha vuelto al departamento, por descontado, y todo el mundo se afana ahora en organizar las clases y proyectos para el año. Muchos han estado de vacaciones hasta hacía bien poco, o eso es lo que parece. Porque el problema de este tipo de ocupaciones es que resulta difícil desconectar del todo. Bueno, en mi caso reconozco que volver a Arnedo tiene para mí un poder narcotizante. Es llegar y perder 120 puntos de cociente intelectual. Pero a la mayoría pasa, y a mí también cuando estoy en Barcelona, que te terminas llevando parte del trabajo a casa. No sólo porque te comas el tarro sobre cómo mejorar tu investigación, que es lo lógico. Es porque a veces terminas leyendo artículos antes de cenar. Y eso no es plan de vida. ¡Con lo saludable que es sentarse en el sofá a ver la televisión! Pero bueno. Supongo que llega un punto en que marcas las líneas rojas, sobre todo, en que te vas haciendo adulto. Porque si algo bueno tiene llegar a adulto es que aprendes a relativizar. La suerte de no ahogarse en un vaso de agua…

Pero no me desvío del tema, porque ya ha comenzado el curso y han subido los precios en la cafetería. Todo 5 céntimos más caro. ¿Razón? Pues que alguien me lo explique, porque no será por la calidad de la comida. Mientras, los informáticos están al borde del suicidio. La aplicación del Campus Global (donde se cuelgan prácticas, notas… en Internet) no funciona y miles de profesores los reclaman. En un derroche de inteligencia, decidieron cambiar la versión un día antes del inicio de las clases. Ahora no va. Y creedme cuando os digo que no hay peor analfabeto digital que un catedrático octogenario. Los funcionarios se reintegran a sus tareas y se preparan para amargarnos la vida otro curso. Y, de paso, me cambian de despacho. Se acabó el chollo del espacio. Me trasladan con otros 3 compañeros más a un pequeño cubículo, justo en el corazón del departamento. Como si quisieran acotar la feliz independencia que hemos tenido hasta ahora. Eso sí, el patriota mapa de la denominación de origen se viene conmigo. No hay vuelta de hoja.

En resumen; vuelve la actividad. Aunque pueda pensarse lo contrario, de verdad que me alegro. Me gusta un poco el sado, y que me aprieten las clavijas. Y de paso, también vienen todos los universitarios, lo que hace que pueda volver a ver a viejos conocidos. Pues nada, de vuelta al tajo. Aunque eso sí, mañana al Congreso de la AECPA en Málaga. Veremos que da de si.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Yo cuando tenía tu edad...

No negaré que he intentado varias veces publicar una entrada sobre los sucesos de Pozuelo pero cada versión que he hecho me parecía peor que la anterior. Arrastrado, siempre, por esa corriente de opinión mediática y mediatizada, tengo el problema de no saber contra quien disparar. Sí, es más que evidente que sólo hay unos responsables de semejante barbaridad (y son los simpáticos energúmenos). Pero cuando llega la hora de hacer el diagnóstico, ya es más complicado. ¿Es un problema, como se dice desde algunos foros, de pérdida de valores? ¿Ya no hay cultura del esfuerzo y respeto por la autoridad? ¿Han hecho dejación de funciones los padres en su labor educadora? ¿Es un problema estructural o sólo un boom mediático?

Se que cada cual tiene su opinión, pero creo que ante problemas complejos las causas también lo son. Volvamos a los clásicos para tener un punto de partida. En sociología se dice que hay cuatro agentes principales de socialización que conforman el carácter del sujeto, en un proceso que se estima dura hasta los 25 años. Estos son, a saber: familia, escuela, amigos y medios de comunicación. Dejo de lado condicionamientos genéticos, al menos, de momento, así como el efecto del contexto más en general. Hay que asumir una cuestión, y es ¿Hay una variación en el comportamiento de la juventud de hoy respecto a la de hace 30 años? El contexto es lógicamente diferente, y ha afectado a todos los agentes de socialización y a la propia juventud. Pero, más allá de ese impacto ¿Son diferentes los jóvenes? Porque no es menos cierto que también lo decían los padres de sus hijos en la generación del ´68. Y ciertamente lo eran. Por lo que nos llega de todos los medios y demás opiniones de la calle, los jóvenes somos diferentes (los que lo dicen, por cierto, son los mismos de la generación de la ruptura, la del baby boom). Asumamos eso también, y que se trata de una pauta estructural.

¿En qué han cambiado los agentes de socialización? En mucho. La familia sigue siendo el principal salvavidas de cualquier joven pero han cambiado las relaciones de poder. Se ha pasado del padre “autoritario” al “padre” colega. ¿Es esto del todo malo? ¿Es mejor hacer valer la autoridad o la negociación? Esa es una pregunta para otra ocasión. Las familias disponen ahora de más recursos, así que la salida al mercado laboral de los jóvenes (me incluyo) es más tardía. Ya no se aporta para la familia sino para el individuo. De la misma manera, nos independizamos mucho más tarde, con lo que tenemos menos marcos de responsabilidad propia. Autonomía sin responsabilidad. Y a ello, por cierto, colaboran mucho las madres, geniales fábricas de machistas, cuando le hacen hasta la cama a los hijos. ¿Ha cambiado la escuela? Todo parece indicarlo. Relajación en las exigencias al alumno (tanto en trabajo como en temario), hacinamiento y falta de medios, profesores desautorizados por los propios padres… Y eso no significa que lo que había antes fuera mejor, porque el estudio memorístico y el profesor autoritario son de todo menos pedagógicos. Pero ¿Dónde está la disputa entre esfuerzo y adaptabilidad al alumno? ¿Entre trabajo diario y conocimiento práctico?

¿Han cambiado los amigos? Ciertamente, depende. En algunos lugares se sigue con las amistades de toda la vida. Pero la infraestructura cambia. Las redes sociales ocupan ahora su cuota de espacio y ha habido un boom de las tribus urbanas. Que no me engañen, porque beber se ha bebido toda la vida, en grandes cantidades y con amigos. Otra cosa es que ahora se puede disponer de todo con inmediatez. Cuando uno se enfrentaba antes a la opción de si echarse un porro o no, tenía 16 años. Ahora se decide a los 13. O de si mantener relaciones sexuales o no ¿Y es uno lo suficientemente maduro y responsable a esa edad como para elegir libremente? Y de los medios de comunicación, ni te cuento. La dejación de algunas familias de su labor educativa en manos de la televisión ha generado no pocos males, porque no era Barrio Sésamo lo que veían sus hijos sino “Aquí hay tomate”. Eso, sumado a la continua apología que hace la televisión (muchas veces en horario infantil) del sexo, las discotecas, las drogas y el consumo explica muchas cosas. Sólo ver a los informativos entrevistar a pandilleros del tres al cuarto en Pozuelo, dándoles reconocimiento… ¿Censura, regulación o consumo responsable?

Supongo que sobre este tema tengo más preguntas que respuestas porque, en gran medida, yo soy una parte de esa juventud aludida. ¿No haría falta una política integral para nosotros? No se, supongo que no tengo la respuesta, porque no hay soluciones fáciles. Ahora, que no se extrañen tanto cuando ven que cada día hay más delincuencia juvenil, más embarazos en niñas de 16 años, mayor fracaso escolar… Porque de nosotros sólo se habla para decir lo terribles que somos, justo cuando la estructura de oportunidades que tenemos nos viene muy condicionada por lo que nuestros mayores nos dejan hacer. Y de estos polvos…

sábado, 12 de septiembre de 2009

Algo huele a podrido en Benidorm

Creo que la frase escogida por Mariano Rajoy para describir la situación de Benidorm no puede ser más acertada. “Algo huele a podrido”. Y es que no puede ser menos en el que ha sido el máximo exponente de las miserias de este país. Urbanismo desmesurado, economía en base al turismo de baja calidad, corrupción política a todos los niveles. No puede ser menos, pues esta fue la plataforma de lanzamiento de su insigne alcalde, Eduardo Zaplana, el mismo que dijo que estaba en política “para hacer dinero”. Sumerjámonos en la miasma pestilente.

El Partido Popular se hizo en su día con la alcaldía de Benidorm gracias a la ayuda de una tránsfuga del PSOE, que le dio la alcaldía a Zaplana en 1991 y supuso el inicio de un ciclo imparable de mayorías absolutas. Fue justo en el apogeo de la especulación inmobiliaria y, sin duda, no pocos se hicieron ricos gracias a la gestión del PP en el ayuntamiento. Sin embargo, el equilibrio de poder ya se trastocó en el PP cuando Zaplana salió de la Comunidad Valenciana y su sucesor, Camps le declaró la guerra de manera abierta (Cria cuervos…). En la limpieza masiva que hizo de zaplanistas de los cargos públicos del PP valenciano, el PP de Alicante siempre ha sido más afecto al ex presidente y ha sido un cierto colchón para los agraviados. Esto ya nos hace a la idea de la persistencia de cierto ruido interno dentro del PP de esa provincia. Pues bien. Se ha llegado a la situación de un tránsfuga del PP haya decidido salir del ayuntamiento y avalar una moción de censura con el PSOE para expulsar al alcalde, Pérez Fenoll. La razón según él, la ingobernabilidad del consistorio desde hace un año y la existencia de ciertas irregularidades urbanísticas que deslizó de manera velada. Incluso, los ediles socialistas del PSOE han llegado a denunciar un intento de soborno por parte del PP para que no apoyaran la moción.

Y en esta tesitura, solapado con el morboso enfrentamiento entre la Secretaria de Organización Leire Pajín y su madre, edil de Benidorm, tiene su importancia porque tiene una lectura interna y externa. Pese a que el dirigente provincial del PSOE y la Comisión Federal insisten en que no avalan la moción, los ediles han preferido salirse del partido antes que dejar de hacer la moción. Evidentemente, a nivel interno, deja tocados tanto al PSPV como a la propia Pajín, que ya tuvo que soportar veladas críticas por la campaña de las elecciones europeas, colocando de paso la sospecha sobre los “independientes” que gobernarán de ahora en adelante. No dejan de ser tránsfugas y de secuestrar la voluntad popular, mediando al parecer motivaciones opacas, como aquellas de Tamayo y Saez...

Y, a nivel externo, el Partido Popular ha cogido una rabieta de no menearse, pues esperaban que el PSOE tuviera mayor control sobre sus ediles y les permitiera conservar la alcaldía. Y exigen que no vayan en las próximas listas y amenazan con no reconocer a Pajín como interlocutora. ¡Ah, cuanto nerviosismo! No me extraña, porque no será extraño que la nueva administración se encuentre con la posibilidad de destapar la caja de los truenos… ¿Quién sabe cuantos pelotazos, cuantos maletines, ha ocultado la corporación local hasta ahora gobernante? Porque aunque a todos asiste la presunción de inocencia, no es menos cierto que como bien dice Rajoy, algo huele a podrido en Benidorm.

martes, 8 de septiembre de 2009

País de chorradas

Si un coreano (por decir algo) al que le interesa mínimamente la política llegara a España, se quedaría alucinado. ¿La razón de su asombro? La maravillosa habilidad que tienen los políticos y medios de comunicación para generar polémicas por temas absurdos. Por supuesto, España tiene muchos problemas acuciantes; las altas tasas de abandono escolar, un incremento asegurado en el desempleo, el cambio de modelo productivo… y unos cuantos cientos más. Sin embargo, el morbo que genera la confrontación partidista hace que los medios resalten las cuestiones que son precisamente menos importantes.

Un ejemplo reciente ha sido la estúpida controversia en torno a la boda de Del Cospedal. ¿De que se trata? Pues de que la señora se casó la pasada semana y, ya que el debate sobre el Estado de la Región de Castilla La Mancha (donde es candidata) era a los pocos días después, no se pudo ir de viaje de bodas. Con este pretexto, empezaron los partidos a acusarse mutuamente. Al PSOE, lo tachaban de ventajista y cicatero, por poner el debate tan próximo a la boda. Al PP, de manipular la cuestión con intereses electorales. ¡Hasta en “La Noria” podíamos ver a la infame Belén Esteban opinando de la cuestión! ¿Pero es que nos hemos vuelto todos locos? Pues bien, ahora comienza una nueva polémica imbécil espoleada por el diario “El Mundo”. En una charla con sus lectores, Mariano Rajoy calificó de triste ver a los dirigentes socialistas levantando el puño en Rodiezmo. Alegó que se trataba de un signo “obsoleto” y el propio editorial del diario de Pedro Jota consideraba que es un gesto revanchista que recuerda a la Guerra Civil y los totalitarismos de Europa del Este. Venga, ya tenemos servida la polémica. Valenciano, por el PSOE, ha salido a la defensa del símbolo para alegar que no va contra nadie y que busca simbolizar la tradición del PSOE en defensa de los intereses de los trabajadores.

Han proliferado las opiniones por todas partes en manos de la costra tertuliana nacional y ha llegado la equiparación del puño con el saludo fascista. Ahí es nada y, sobre todo, ¿A quién le importa? ¿De verdad que alguien piensa que el PSOE es un partido con vocación totalitaria porque sus dirigentes alcen un puño en un acto con mineros en León? ¿Y más aún, cuando ni siquiera lo alza el presidente del Gobierno, por razones simbólicas obvias? ¿De verdad a alguien le ofende ese gesto porque lo considera revanchismo de la Guerra Civil? Pongamos las cosas en su sitio. Ya se que a Esperanza Aguirre le da mucho miedo el marxismo, pero debería volver a sus apuntes de Historia para ver cual es la diferencia entre el socialismo y la social-democracia. A ver quien acepta la democracia y las libertades individuales y quien no. Y más en una época en la que la democracia cristiana alemana (sus colegas ideológicos) están nacionalizando los bancos. Lo mismito que hacían los comunistas en el XIX.
Y si a alguien le ofende el puño, quizás debería enumerar otro listado de ofensas; la de los homosexuales llamados invertidos en la manifestaciones del Foro de la Familia, las de los familiares de represaliados del franquismo cuando ven banderas con el aguilucho, las de algunos ciudadanos que por ser nacionalistas se los compara con terroristas… Veis. Al final siempre terminas atrapado en la polémica, por más nimia que sea. Pero por favor, dejemos de gastar saliva en cosas estúpidas. Dejemos de ofrecer un espectáculo tan lamentable polemizando sobre tonterías que no interesan a nadie. Es ridículo. Porque luego viene la pregunta sobre cómo es posible que a un 70% de los españoles les interese poco o nada la política. Pues parece que aquí hay una parte de la respuesta.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Redes sociales

Una de las polémicas más recientes en Internet ha sido la propuesta del Partido Popular de prohibir el acceso a las redes sociales de los menores de 14 años y que los que están comprendidos entre esa edad y 18 años requieran consentimiento paterno. Yo ya me he posicionado en contra en privado por razones tanto de valores como de ejecución. Ni estoy a favor de restringir la libertad de acceso a ningún instrumento de comunicación ni creo que sea tal cosa posible por lo que a la red se refiere. Sin embargo, esta polémica si que genera interesantes reflexiones sobre la red y sus potenciales beneficios y amenazas.

No hace falta irse a hablar de menores. Una enorme cantidad de personas no saben hacer un uso inteligente de las redes sociales por lo que refiere a la gestión de su privacidad. Cuestiones tan simples como cambiar el estado de facebook o etiquetar a determinadas personas en las fotos que subes a la red compromete seriamente la intimidad propia y ajena. En términos de protección de datos, es bien conocido que las empresas hacen uso de la información que aparece en las redes sociales para configurar sus estrategias de marketing o incluso (si no se anula tal opción) emplear nuestra imagen en anuncios dentro de la red social. ¿Sabemos cuanta intimidad estamos dispuestos a sacrificar? Todo el mundo conoce historias. A una chica la despidieron del trabajo cuando puso en su perfil de facebook que no le gustaba, ¡Y eso teniendo a su propio jefe como amigo! Recientemente ha habido un asesinato de violencia de género porque la mujer cambió el estado de “en una relación” a “soltera”.

De hecho, la fractura digital se ha notado mucho de unos años para aquí. Algunos padres que son analfabetos frente a un ordenador tienen a sus hijos navegando por Internet y en el MSN sin el más mínimo control. Igual que la educación es necesaria en otras esferas, también es preciso que los padres enseñen como navegar con Internet sin peligro. Cuestiones como evitar dar datos por la red, no permitir que te agreguen personas desconocidas, no colgar fotos sin consentimiento de los presentes… son algunos consejos que se deberían dar a menores (y no tan menores) pero que no se dan. Como ocurre con casi todo lo que inventamos, Internet es una herramienta poderosa que permite muchas oportunidades pero que también tiene sus peligros. Podemos, gracias a las redes sociales, generar comunidades de gente con los mismos intereses, relacionarnos con personas a las que hace tiempo que no vemos o con las que no estamos físicamente presentes… pero también son una amenaza a nuestra libertad. Si entendemos que también tenemos que ser libres para poder tener un espacio de privacidad.

Creo que esto deja un poco claro que la idea de la prohibición del acceso a los menores es una solución (?) simple a un problema complejo. Porque si hubiera que prohibir todo aquello que puede tener una influencia nociva sobre los menores, a lo mejor censurábamos media parrilla de las televisiones. Sea para las redes sociales, o para Internet en general, existen métodos mejores para incentivar su uso responsable. Quizás, sentarte con tu hijo un rato frente a la pantalla del ordenador.

jueves, 3 de septiembre de 2009

La Guerra de los Medios

Creo que no ha habido ningún presidente en España durante el periodo democrático que no haya jugado duro con la política de los medios de comunicación. Durante la época de Suárez, se instrumentalizaron los medios públicos, en la de González, esta se complementó con una alianza de hierro con el Grupo PRISA. El desembarco de los populares llegó con el intento de desembarazarse del “polanquismo” y una alianza fallida entre los grupos editoriales de la derecha. Pero si hay una etapa interesante para ver los juegos de poder entre política y medios es la presidencia de Zapatero.

Una de las cosas buenas que ha tenido la llegada de Zapatero a la Moncloa ha sido la des-politización de RTVE. Ningún Presidente se había atrevido a hacerlo, ya que supone perder un puntal mediático importante. Creo que en cierta medida este proceso nace como reacción a la manipulación abusiva que hacía el PP con TVE. La era Urdaci fue una etapa de descrédito sin precedente, avalada incluso con una condena por manipulación de la UE. Hoy resulta difícil acotar un sesgo en TVE a favor o en contra del gobierno, lo que es de agradecer. Más aún, programas como 59 segundos han tendido a potenciar la presencia de diferentes ideologías la parrilla del ente público, por más que el formato deje un poco que desear (parece un “Moros y cristianos” con cronómetro). Esta situación no es extrapolable a los entes de comunicación autonómicos, que presentan un sesgo clarísimo a favor del partido gobernante. Quizás la única excepción sea TV3 en Cataluña, más por la pluralidad dentro del gobierno que por una voluntad de despolitizarla.

Sin embargo, la gestión de Zapatero en comunicación presenta ciertas sombras. La concesión a PRISA y Mediapro de canales en analógico (Cuatro y La Sexta), muy afines al gobierno, es un ejemplo. No es menos cierto que a nivel autonómico las licencias de televisión digital se han dado a grupos amigos (el PP con un descarado trato de favor a VEO de El Mundo, a Popular TV y a Libertad Digital) aunque una falta no excusa otra. En un principio, todo se enmarca dentro de la lógica de favorecer a los medios amigos del poder. Pero lo más interesante es el “fuego amigo” entre los grupos afines a la izquierda. En el pasado ya tuvimos broncas derivadas de los derechos futbolísticos entre PRISA y Mediapro, o si se prefiere, entre una Sexta que emitía los partidos en abierto y un Digital + que alegaba la posesión de los derechos exclusivos de emisión. Y pese a las querellas entrecruzadas, se terminó con una tregua e, incluso, acuciantes rumores de fusión. Pero las espadas vuelven a estar en alto. El permiso de emisión de GOL TV a la Sexta (TDT de pago) en Agosto ha sido un duro golpe a las expectativas de SOGECABLE (que es la filial digital de PRISA, también participada por Telefónica y dueña de Digital +). Los últimos editoriales de Juan Luis Cebrián contra Zapatero han sido de aupa.

Así que tenemos dos dinámicas contrapuestas. La “neutralización” de la televisión pública y la guerra abierta entre los medios afines al gobierno, con la intromisión del mismo como participante activo. Por desgracia, el sistema de medios en España se caracteriza por ser muy plural, si, pero con excesivas connivencias con los poderes públicos. Y aunque creo que uno de los buenos legados de Zapatero es una RTVE equilibrada y neutral, también ha dinamitado el monopolio de la información de izquierdas que tenía el imperio PRISA. Para bien o para mal.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Lo pagamos todos

Ha habido no pocos autores que a lo largo de la Historia han reflexionado sobre cual es la virtud política más deseable en un gobernante. De todas ellas, quizás la que más destaque sea la Prudencia, ya enunciada por Aristóteles y que nos hablaba de “evitar los excesos y buscar el justo medio a las cosas”. La concepción republicana, floreciente en el Renacimiento, nos invitó a reconocer a la Prudencia como la virtud que nos ayuda “a cambiar nuestro proceder ante los embates de la Fortuna”, o lo que viene a ser lo mismo, a adaptar nuestro comportamiento no en función “de las pasiones personales, si no de las necesidades que las circunstancias imponen al Estado”.

El día 27 de agosto se inauguró en Arnedo una estatua de metal en conmemoración de las personas que vendían verduras (ya apenas se hace) en la Plaza de Vico. Aprovecharon las autoridades varias para hacer una celebración y el posado con algunas de las vendedoras de antaño en un evento folclórico con pocos asistentes. La verdad es que no tengo deseo de hablar sobre el impacto estético de la escultura. Creo que cada cual es muy libre para que le guste o no. Lo que yo quiero hablar es sobre la oportunidad de la misma. Empecemos por el coste; la escultura ha supuesto un desembolso a las arcas públicas de 21.000 euros de la partida de 40.000 destinada a “embellecimiento de la ciudad”. Resulta sorprendente que en un contexto en que las finanzas públicas están maltrechas por la faraónica obra de la Plaza de Toros, el ayuntamiento tenga el desparpajo de dejarse semejante dinero. No es posible afrontar el coste de construir ni una nueva guardería, ni un nuevo colegio, pero si de hacer este gasto suntuario.

De la misma manera, el horizonte de la recaudación municipal es complicado. La crisis económica ha mermado los recursos municipales en términos de obra pública, e incluso hace poco el alcalde salió por televisión recordando a los ciudadanos que hay que “ser responsable con los deberes ciudadanos y pagar las contribuciones que el ayuntamiento establece”. Por lo visto, algunos vecinos no las pagan. Si sabemos que los ingresos del ayuntamiento están descendiendo y que la inversión en obra es constante (ya la Maja, ya la plaza): ¿No es imprudente hacer semejante gasto? ¿No sería razonable el abolir la partida de 40.000 euros para embellecimiento de la ciudad con el objeto de hacer frente a los pagos que el ayuntamiento tiene pendiente? ¿No es mejor frenar el endeudamiento? No es la primera vez que se hacen gastos innecesarios. Ya se instaló una pérgola y unas rejas de metal en la Plaza de Vico y se hubieron de retirar, ya se gastaron 10.000 euros en la restauración de “La Pirámides” para acabar derribándose. ¿Es que no se es consciente de que ese dinero es de todos? Y no es sólo el dinero que se gasta, si no el coste de oportunidad: todo lo que se podría haber hecho si no se hubieran realizado estos gastos inútiles, derivados de una mala gestión.

Pensando de justificar el gasto en la escultura como de interés general, el propio alcalde declaró que la estatua serviría para “atraer a los turistas que visitan las fábricas de calzado hacia el Casco Antiguo”. Según sus palabras, los turistas vendrían al centro de la ciudad para ver la escultura. No quiero poner en duda la factura de la estatua, pero decir que alguien vendrá al centro del pueblo sólo para verla es de no entender mucho de que va esto del turismo. En suma, creo que es hora de obrar con un poco más de prudencia. Y prudencia es a la par previsión y flexibilidad. Previsión para tener un proyecto de ciudad que permita una gestión eficiente de los recursos. Flexibilidad para saber adaptarse a una situación económica nada halagüeña. Así que lo ideal sería abolir la partida de embellecimiento y evitar más gastos innecesarios. Porque, aunque a alguno le parezca mentira, todas estas ocurrencias las pagamos todos. Todos.