viernes, 30 de octubre de 2009

Grandes secundarios

Os cuento un poco la razón de esta entrada. Ayer había una de estas fiestas universitarias de los jueves de las que uno no puede escaquearse. Pues bien, el punto de salida era la Residencia, a la cual ya he venido un par de veces este mes. Allí, como durante los últimos 6 años, estaba vigilando la entrada Ricardo, el segurata. Hasta aquí todo normal. Pero lo curioso es que he hablado con él más veces en estos días que en todos estos años. Esto me hizo pararme a pensar en esos grandes secundarios de nuestra vida.

Los personajes secundarios no son nuestros amigos, es verdad. Nunca les dedicamos más tiempo que el que dura nuestro interés. Pero están allí, y son las personas que vertebran nuestra vida sin que nos demos cuenta. Seguiré con ejemplos concretos. Durante los últimos 15 años de mi vida en que he ido a comprar el pan a “La Felisa”, la misma señora me ha atendido siempre. Se sabe de memoria lo que le pido (dos barras poco cocidas del horno viejo) y nuestra interacción se limita a eso. La saludo quizás si me la cruzo por la calle, pero no ocupa en mi CPU más espacio que la asociación de ella y las barras de pan. Pero ¿y si un día no estuviera? De entrada me resultaría extraño, y pensaría en por qué no está. Quizás me podría acostumbrar a que otra persona hiciera su tarea. Pero ya no sería lo mismo. Con la rutina y la costumbre ha nacido un vínculo entre esa persona y yo. Ahora, forma parte de esas pequeñas líneas maestras que dan seguridad y estabilidad a mi pasear por este planeta. Seguro que muchos tenéis otros en mente; desde alguien que cada mañana te cruzas en el metro hasta el camarero del bar que más frecuentas.

¿Por qué me habla más Ricardo (y yo también tengo ganas de hacerlo) ahora que en todos los años anteriores? Quizás venga en parte de una cierta añoranza de la época anterior. De todo aquello de la vida estudiantil más pura. Pero yo creo que es por otra cosa. Creo que, en cierta medida, nos echamos de menos. ¿Extraño, verdad? Nos habíamos incrustado hasta tal punto el uno en la rutina del otro, que ahora, como no nos vemos tanto, tenemos la necesidad de acercarnos. Y la verdad es que me produce bastante alegría que así sea. Ya se que parece una tontería, pero invita a mirar a nuestro alrededor con más atención. Es un poco como en la química. Los elementos lo forman los átomos, pero hay enlaces entre ellos que no son menos importantes. Y es verdad que lo importante en nuestras vidas son los amigos, la familia y la gente que nos quiere. Pero hay unos elementos, que parecen irrelevantes, pero que son la argamasa que mantiene en pie el edificio. Son el panadero que nos atiende siempre, el quiosquero que nos da la prensa que conocemos, el tipo con el que coincidimos en el bus. Son, en definitiva, esos grandes secundarios.

martes, 27 de octubre de 2009

Un piropo al año no hace daño

Alguna de las ventajas que tiene facebook es que te puedes hacer amigo de cualquier persona notoria y, a través de su perfil, te van llegando novedades, artículos… sobre ese personaje. En mi caso, soy amigo de Punset, el famoso científico y divulgador. En una nota que me llegó ayer se hablaba sobre la importancia de las palabras y de cómo tienen una carga emocional brutal, muchas veces menospreciada. Todo esto lo desarrollaba en un artículo muy interesante que podéis leer en mi perfil si os interesa. Al final, la conclusión era que un comentario negativo dicho a una persona necesitaba de por lo menos 5 piropos para contrapesarse. Algo, por cierto, que me da que pensar.

Como llevo ya unos años de vida en el blog, uno puede ir viendo como evoluciona a la largo de su vida. Nosotros nos vemos siempre igual en el medio plazo, pero ¡ay! Cambiamos un montón. Yo hace unos años era de los del criterio de que lo importante en la vida son los hechos y no las palabras. No importaba las cosas que se dijeran sino las que se hacían. Eso tiene un punto de cierto, por descontado. Si te tiran una pedrada en el ojo, el mal ya está hecho. Te podrán pedir perdón, pero ya te ha dejado molido. Por eso la contención es una práctica prudente. Pensárselo dos veces antes de hacer algo que puede dañar a otra persona. Sin embargo, no me daba cuenta de que las palabras también son importantes, porque son una acción en sí misma. Como la realidad la construimos a partir del lenguaje y los significados, lo que se dice es en cierta medida, lo que se hace y se es. El daño o el placer emocional son invisibles al ojo humano. No se lo puede distinguir como una pedrada o un abrazo. Sin embargo, son cruciales.

Este tipo de errores te pueden arrastrar a un cierto analfabetismo emocional, que creo que prolifera en nuestro entorno (y en el académico ni te cuento). Las relaciones humanas necesitan de un cuidado exquisito. Un comentario desfortunado un día en que estemos de mal humor puede dejar a un tercero, inocente, hecho polvo el resto del día. Una crítica destructiva, el sarcasmo… emponzoñan el corazón de los que nos rodean. Y todos somos más susceptibles de ser afectados por estas cosas de lo que nos gusta reconocer. Un piropo completamente sincero es la mejor manera de alegrarte una mañana de trabajo y el mejor antídoto contra el estrés. Por eso creo que tenemos que poner un poco más de atención al lenguaje. Es lo que llaman la revolución de los pequeños gestos. A partir de ahora voy a intentarlo. ¿Por qué no decir con franqueza las cosas buenas de la gente? No hace falta caer en la adulación. Sólo que a veces también apetece sentirse querido. Sentir que aunque la cosa se ponga cuesta arriba, bueno, al menos tienes gente a tu lado que te empuja con ánimo...

viernes, 23 de octubre de 2009

La doble moral de la crítica a las autonomías

Tengo la suerte de disponer de Internet habitualmente. Eso me permite que pueda entrar en todos los diarios digitales, desde la tribuna de Losantos hasta el diario de Roures, y poder ver la actualidad con relativa pluralidad. Es evidente que uno no se puede formar una opinión propia cuando los columnistas de turno se la teledirigen. Pues bien. Esto viene a propósito de un mantra repetido hasta la nausea en los diarios de derechas y algunos columnistas de izquierdas. A saber; parte de la culpa de la crisis la tiene el despilfarro y la burocracia generada por el Estado Autonómico. Por lo tanto, una recentralización del Estado sería conveniente para salir de esta coyuntura.

Sin embargo, me voy a tomar la licencia de presentar algunos argumentos a favor de la descentralización autonómica. El primero se liga con la democracia. La existencia de diversos niveles de gobierno hace que haya diferentes poderes que se contrapesen entre sí. ¿Imagináis que pasaría si en España sólo hubiera Elecciones Generales y municipales? ¿Cómo se lo tomarían los votantes de todos los demás partidos excluidos del gobierno? Sería casi como si media España gobernara contra la otra media porque, por desgracia, los ayuntamientos pintan poco. Por lo tanto, mayor control político no solo entre poderes, si no entre niveles de gobierno. Un segundo argumento se liga con la gestión. Los gobiernos autonómicos serían más eficientes por ser una administración más cercana al ciudadano. Es más fácil y barato dirigirse a la consejería del ramo que intentar llegar hasta el ministerio. Además, la administración estatal es heredera del franquismo, con todas las taras de taras que eso comporta. Las de las CCAA tienen más margen para innovar y operar con eficiencia (aunque no siempre aprovechado). ¿Habéis probado a pedir una beca, subsidio, ayuda, proyecto, licencia… a una CA y a un Ministerio? Quien lo haya hecho me entenderá perfectamente.

Hay dos argumentos que se alegan contra las CCAA. El primero es que generan más burocracia y gastos inútiles. Este argumento, por supuesto, se basa más en prejuicios que en realidades. Hay casos, no se puede negar, en que la administración de una CA funciona mal y lentamente. Sin embargo, habría que analizar caso por caso, política por política. La descalificación global sirve de poco. El que uno no esté de acuerdo con una política no significa que sea un derroche. Lo que me liga con la segunda crítica. Esta se refiere a que existe gran cantidad de competencias desagregadas y desordenadas, que se solapan las administraciones y que hay competencias que deberían estar en manos del Estado. Esta segunda crítica, maliciosa, tiene una parte de verdad y de mentira. Es cierto que nuestro modelo de descentralización es una copia del federalismo alemán. Esto supone que haya competencias exclusivas, pero también compartidas (cada vez más). Y también es cierto que se debería tender a poner cierto orden. Sobre todo para poder atribuir la responsabilidad política por las decisiones de manera más clara y con más mecanismos de coordinación. Pero ¿Por qué necesariamente re-centralizando y no a la inversa?

La respuesta a favor del Estado se condiciona por una razón muy simple: en España no nos tomamos la autonomía en serio, y en especial desde el sector más conservador (pero no sólo). Por ejemplo, nos rasgamos las vestiduras cuando se reforma el Estatut de Cataluña. Sin embargo, va Esperanza Aguirre, baja los impuestos en su CA y se ve como lo más normal; es más, se aplaude como modelo a imitar. Cada CA se forma por gobernantes electos que siguen sus políticas, y lo justo es que se apechugue. Por eso a mí me importa poco si Cataluña tiene a Carod Rovira paseando por el mundo. Eso lo pagan los catalanes (que por cierto, son de los que más contribuyen a la caja de todos). A mi lo que me joroba es la irresponsabilidad de otros que bajan impuestos, no les llega para financiar sus servicios, y luego se quejan de que el Estado no les da dinero. ¡Y hablan de nacionalismos y gastos suntuarios! Menuda cara dura.

lunes, 19 de octubre de 2009

La libertad del que no fuma

Recientemente se ha anunciado por parte del Ministerio de Sanidad la intención de endurecer la legislación anti-tabaco. Me imagino que todo el mundo recuerda que hubo cierta polémica sobre el tema que prohibía directamente fumar en algunos espacios públicos y que obligaba a los bares a partir de determinado tamaño a habilitar una zona de fumadores independiente. Las críticas a esta ley vinieron de dos sectores; por una parte las autonomías del PP intentaron rebajar la ley por considerarla intervencionista. Por la otra, las asociaciones de hosteleros alegaron que les perjudicaría económicamente.

Mi opinión es que se debe avanzar hacia una prohibición total del tabaco en lugares públicos y de ocio. El argumento tiene una base liberal muy simple. El tabaco genera unas externalidades (productos no deseados) negativas que afectan a personas que no han decidido fumar. Aunque yo decida ser no fumador, por el hecho de estar junto a uno, fumo, afectando negativamente a mi salud. Con esto se me genera un daño no voluntariamente asumido y puesto que los poderes públicos tienen que amparar a la parte más débil, lo lógico es que fumar sea una actividad restringida.

Se me han planteado dos tipos de argumentos en contra de mi posición. El primero es que nadie obliga al no fumador a estar en la zona de fumadores. Hecho que sería cierto si de verdad existiera una zona de fumadores, pero la verdad es que en la mayoría de los pequeños y medianos locales de ocio no las hay. Por lo tanto, el no fumador en muchos casos debería quedarse en casita para no perjudicar su salud, pese a que son el 75% de la población española. El segundo es que si se segrega por fumadores o no, al final tendría que dividirse los espacios públicos en tantos compartimentos como preferencias haya en el consumo. Sin embargo, esto es falaz, porque olvida que la clave es que fumar objetivamente perjudica la salud de quien no fuma. Puesto en términos radicales, me perjudica menos alguien que se mete una raya de coca (que es su problema) que alguien que se echa un pitillo al lado mío (que hace que su cigarro también sea mi problema).

Cuando el gremio de hostelería se queja de que la prohibición de fumar en sus locales generaría un impacto negativo, lo hace sin valorar que todo depende de cómo se aplique la ley. Si se hace que a partir de un tamaño menor, deban existir zonas especiales para fumadores, eso sería perjudicial. Los fumadores dejarían de ir a los pequeños locales a favor de los grandes, donde pueden tener un área para fumar y tomarse un café. Sin embargo, si se prohíbe fumar en todos los locales, el impacto económico no es diferencial. Es poco razonable pensar que alguien dejará de tomarse un café porque no pueda fumar en el local. La gente seguirá yendo a sus mismos locales, si bien cambiarán los hábitos de consumo y el pitillo se lo echarán antes y después del café (en la calle). Esta sería la línea a seguir para homologar a España con la legislación que hay en otros países europeos y que es menos restrictiva que la de muchos países occidentales.

¿Es una ley intervencionista? Todas las leyes lo son sin excepción. Lo que ocurre es que aquí la administración no está pre-juzgando a los fumadores. Ellos pueden seguir consumiendo tantos cigarrillos como siempre. La diferencia es que no se podrá fumar donde se quiera, sino que se tendrán que acomodar a la existencia de los no fumadores. Cuando alguien se enciende un cigarrillo en una sala, lo educado sería pedir permiso a las personas que no fuman. El que no se haga es la prueba más evidente de hasta que punto se coarta la libertad de los que no fuman. Por eso todas las medidas que liberen los espacios comunes de humo contarán con mi pleno apoyo.

jueves, 15 de octubre de 2009

Equilibrios de poder

Estos días está cayendo un auténtico chaparrón informativo que se ha desplazado de la crisis económica al asunto de la trama “Gürtel”, sobre el cual ya escribí la vez pasada. Una dimensión que no puede pasar desapercibida para entender lo que ocurre dentro del Partido Popular es la de los equilibrios de poder territorial dentro de los partidos. ¿En que medida las ramas regionales de los partidos son autónomas?

Pensemos en sucesos recientes en ambos partidos, a niveles distintos. En el caso de la destitución de Costa en el PP de Valencia es evidente que ha habido una pugna entre un presidente autonómico que quería conservar a su número dos y se comprometió a hacerlo, frente a una dirección nacional que exigía contundencia. El desconcierto que ha reinado las últimas 24 horas es prueba de que las baronías territoriales tienen muchísimo peso interno. Valencia, Galicia y, sobre todo, Madrid, son los tres puntales sobre los que se edifica el poder del Partido Popular y no cabe duda de que tienen un margen de autonomía interna importante. Ya se que después de la época Aznar puede sorprender, pero en verdad entronca con el ADN del partido conservador. Desde tiempos de AP, esta formación siempre ha sido muy faccionalista, a lo que sólo se puso fin con la llegada del aznarismo a la secretaría general. Es algo que afloró en todo su esplendor tras la derrota de Rajoy en 2008 y que aún permanece, más o menos soterrado, a pesar del Congreso de Valencia.

En el PSOE el movimiento ha ido en sentido contrario, con una centralización cada vez mayor del poder en manos de la dirección nacional. Hay pruebas contundentes: casi ningún presidente autonómico ha sobrevivido a la llegada de Zapatero a La Moncloa. Sus potenciales contrapesos han sido liquidados (Ibarra, Maragall, por ejemplo) o bien se han convertido en dependientes directos del Secretario General (Chaves o Bono, por ejemplo, ya que tiene más poder un presidente autonómico que un ministro). Así, el PSOE es hoy más centralista que nunca, quizás con la excepción del PSC. Esto entronca un poco con la reciente polémica de la legalización del cupo vasco en el Congreso. Este hecho es lesivo para los intereses de La Rioja de manera evidente. Y nos encontramos con que el Partido Popular se ha dividido, con un Basagoiti claramente a favor, y una dirección nacional en contra. Sin embargo, esto no ha sido así en el caso del PSOE, donde la contradicción no afectaba a una federación tan importante como la vasca, si no a una menor, la riojana. ¿Más casos de conflictos entre el centro y las ramas regionales? El fracaso del pacto del PSN con NaBai en Navarra, por ejemplo.

La pregunta es; ¿Es estar en La Moncloa el elemento clave para entender los equilibrios de poder dentro de un partido? ¿Hubiera caído Costa sin hacer ruido si Rajoy fuera Presidente del Gobierno? ¿Se hubiera pactado con NaBai y votado contra el cupo vasco si Zapatero estuviera en la oposición? Es posible que hubiera ayudado, pero no hubiera sido suficiente. Habría que preguntarse también por cuestiones organizativas ¿Quién nombra los candidatos regionales? ¿Tienen autonomía en su financiación? ¿Qué margen para hacer sus propios programas/ políticas tienen? ¿Existe un veto nacional a las listas regionales? ¿O viceversa? Cuestiones que nos ayudan mucho a saber de que lado caerá la balanza cuando se producen los inevitables roces entre la dirección nacional y una rama regional del partido.

jueves, 8 de octubre de 2009

Las mujeres del César

Los niveles de degeneración política que están alcanzando a España estos días podrían ser comparables a los de la primera mitad de la década de los noventa. Una crisis galopante, un clima de depresión general y, lo que es peor, corrupción por todas partes. Decían ayer en un programa que hoy “una ardilla podría viajar de punta a punta de la Península de la cabeza de corrupto en corrupto”. Un panorama desolador, desde luego.

El levantamiento del sumario judicial sobre el caso Gürtel ha puesto en serios apuros a un Partido Popular que promovió, o bien amparó, una masiva operación de financiación ilegal. Quien haya leído el libro de “La corrupción política” de Alejandro Nieto constatará fácilmente que esta operación es de manual. Una tapadera falsa para organizar eventos “Orange Market”, al cargo de “Don Vito” Correa, que lleva una contabilidad B para financiación de las actividades de, por lo menos, el PP de Valencia. El Bigotes, como hombre de confianza encargado de la gestión del dinero ilegal y proveedor de las dádivas y regalos a los cargos públicos pertinentes. El tesorero Bárcenas (sólo cesado, por el momento) como el encargado de blanquear el dinero en la financiación del partido. Camps y Costa, como poco, como los hombres que se dejaron mimar por esta gente, y con los que tuvieron tratos de favor. Y a medida se saca mierda, más gente aparece implicada, como si se tratara de un foco virulento de Gripe A. Tenemos al PP gallego de los tiempos de Fraga, tenemos al yerno de Aznar, el querido Agag… Y sólo por mencionar a algunos de los más conocidos. La grandiosa copla de la boda de “El Escorial”, hoy convertido en panteón de los infames.

Como la mejor defensa es un buen ataque, y eso lo sabe hasta un niño, ahora comienza el ataque. Todo se trataría de una conspiración (mmm, eso me suena) entre Rubalcaba y de la Vega, que utilizan de modo parcial la fiscalía para “destruir” al Partido Popular. Me sorprende que no metan a ETA en la ecuación. Su argumento consta de dos falacias. La primera es que no dimiten porque todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. De este modo, confunden interesadamente legalidad y moralidad política. (Pues la esposa del César no sólo debe ser fiel, si no también parecerlo). La segunda falacia es que la parcialidad de la fiscalía los hace irresponsables, al ser especialmente castigados por la justicia frente al PSOE. De este modo dicen que como la policía sólo ve unos asesinatos y no otros, no hay asesinato. Como si el que la fiscalía debiera ser independiente excusara todo el entramado de corrupción que tienen. Incluso hace algunas semanas se pasaron cuando dijeron que la policía les espiaba ilegalmente. ¿Cómo se pueden hacer esas acusaciones tan graves sin pruebas? De nuevo, recuerda lo poquito que les importa desprestigiar a las instituciones con tal, ya sea de ganar el poder, o de descargarse de responsabilidades. Por descontado, todo ha quedado en papel mojado. Pero ya se sabe, miente, que algo queda…

Es una lástima que la cúpula del PP se haya comportado con tan poca sensibilidad democrática. En vez de cesar fulminantemente, en vez de tener la oportunidad de sanearse, han decidido seguir la estrategia de resistir. A la espera, claro está, que la corrupción no les pase factura electoral con la crisis económica. Pero que tengan mucho cuidado. El que hayan ganado en Valencia con la que está cayendo es garantía de poca cosa. Porque cuando un juez te mete en la cárcel, lo tienes complicado para volver a presentarse. Y pueden terminar todos siguiendo el mismo camino que hoy ya se vislumbra para Berlusconi, insigne invitado a cierta boda presidencial. Ya lo decía Cicerón, “corruptissima res publica, plurimae ledges”. Veremos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

No al recorte en la inversión científica

Desde el famoso “Que piensen los otros” hasta nuestros días, en España ha habido un secular atraso de nuestra producción científica. Larvados por un pasado histórico de incultura, fanatismo y barbarie, la ciencia ha estado proscrita. Este problema es precisamente el que ha generado muchos de los males que hoy tiene España. Modelo económico de bajo valor añadido, “fuga de cerebros”, baja productividad y competitividad.


La carrera de investigador en España está llena de obstáculos. El primero es que este contexto hace que haya escasa receptividad del sector privado a la investigación. Apenas se invierte en I+D por el sector privado, por lo que la investigación pasa siempre por el Sector Público. En todo caso, determinadas instituciones universitarias e institutos de investigación hacen una labor encomiable. Sin embargo, los recursos con muy escasos. Muy escasos no sólo para la investigación, si no para los propios científicos, que adolecen de una precariedad brutal. Siempre a salto de mata, un científico depende de su vínculo con proyectos de investigación concretos, que son difíciles de financiar. Además, está en un régimen de perpetua contratación temporal, pese a ser el tramo con mayor formación del mercado laboral. Se cobra poco, se cobra con dificultad. Sólo hay que ver lo que le ocurre a muchos doctorandos (que me vais a contar) que se ven obligados a trabajar y formarse al mismo tiempo por la escasez de becas y financiación. Así, no es extraño que nuestros investigadores se vayan del país y que perdamos nuestro activo más precioso; nuestro capital humano formado.

Gracias al dinero que aporta el Sector Público, es posible financiar proyectos de investigación que revierten directamente en el bienestar de la ciudadanía y que dan empleo a miles de científicos (la mayoría jóvenes). Una de las grandes labores que había hecho el gobierno hasta la fecha es una creciente inversión investigación en I+D en los últimos 5 años. Una tendencia prometedora que sentaba las bases para el tan cacareado cambio de modelo. Sin embargo, en estos últimos presupuestos, se da un giro de 180 grados. La decisión de recortar el gasto público en investigación es un error terrible. Se invierte la tendencia, se pierden proyectos en proceso y, de hecho, no se es congruente con el propio discurso de abandonar el crecimiento basado en mano obra barata. Incluso la propia Ministra de Ciencia y Tecnología ha defendido en público este recorte. ¿Pero no se había creado este ministerio para impulsar este campo? Este puede ser un error de bulto que hipoteque la ciencia en este país los próximos 10 años.

Por eso me uno a este movimiento del 7 de ocubre en contra del tijeretazo al presupuesto en ciencia. NO AL RECORTE DE LA INVERSIÓN EN CIENCIA.

PD: http://aldea-irreductible.blogspot.com/2009/10/la-ciencia-en-espana-no-necesita.html

martes, 6 de octubre de 2009

Urge cambio de rumbo

Mucho se está hablando estos días del sorpasso del Partido Popular en las encuestas, si bien creo que no es nada que sorprenda. Quizás desde la ruptura de la mesa de diálogo social, antes del verano, ha empezado la debacle del gobierno. La descoordinación del subsidio extra de paro, los ataques del grupo PRISA, la propuesta de reforma fiscal y el empeoramiento de las perspectivas económicas son las causas del aliento que ha tomado el PP. Eso implica que, más que convencer la alternativa (que está hasta las orejas con la corrupción), simplemente hay más gente descontenta con el PSOE que con el PP. Menudo panorama.

Vamos a analizar algunos de los puntos. Respecto de lo del subsidio extra de paro, es evidente que en el gobierno han vuelto a fallar los mecanismos de coordinación. Hasta intentando meter goles se lo meten en propia puerta. El error en los plazos terminó generando que de esta medida tan sólo se recuerden los desatinos y no el alivio que supone para los receptores. Yo, por mi parte, estoy en contra de esta medida por más anti-social que pueda parecer. Creo que ese dinero habría estado mejor invertido en, por ejemplo, reformar el funcionamiento del INEM (cuyo funcionamiento deja mucho que desear) o en políticas activas de empleo (formación a parados). Pero bueno, si se aprueba, sea pues, pero que se hubiera hecho con más sentido común. Respecto de los ataques del grupo PRISA, es evidente que lo de la rabieta por la TDT de pago fue el detonante. Pero cuidado, porque no es tan sencillo. El gobierno ya había favorecido en otras ocasiones a Mediapro (con el enfado de Cebrián pero no con reacciones tan duras). Esta vez, algunas de las críticas que le hace al gobierno, tienen su razón de ser. Muy en especial, la que le acusa de tener una visión de corto plazo, esperando que la recuperación de los países del entorno salven los muebles a la economía española. Hay que hacer reformas, costosas, del mercado de trabajo, del sector productivo, del inmobiliario… Y no abaratando el despido, si no introduciendo flexiblidad y productividad.

El detonante quizás más brutal de la caída del PSOE ha sido el anuncio de la reforma fiscal. Yo reconozco que estoy a favor de la subida de impuestos, ya que hay que sostener los niveles de inversión pública para estimular la economía. Sin embargo, por razones macroeconómicas, es poco inteligente gravar el consumo, que es el principal componente del PIB español. Más aún, resulta ser regresivo, ya que son las rentas más bajas las que tienen un mayor componente de consumo sobre su renta disponible. En vez de aumentar los tipos para los tramos más altos, meter mano a las SICAV, se ha optado por la salida fácil (porque es más fácil de recaudar) pero es una propuesta que no contenta a nadie. Ni a derecha, porque es una subida de impuestos, ni a izquierda, porque es una propuesta regresiva. Y las perspectivas económicas siguen empeorando. Ha subido el desempleo y llegaremos al 20% a finales de año. El FMI nos recuerda que tardaremos más que cualquier país en salir de la crisis dada la necesidad de reajuste del sector inmobiliario.

Creo que lo peor que puede hacer el PSOE es enrocarse en la defensa de una gestión tan mala que hasta los propios miembros del partido lo reconocen sotto voce. Aunque queda una eternidad política para las elecciones, es momento de tener visión de país y coger el toro por los cuernos. Hay que hacer un cambio de rumbo. Eso implica hacer reajustes duros y que no satisfagan. Consiste en prometer sudor y abandonar el optimismo antropológico. ¿Estará el Presidente dispuesto a hacerlo?

domingo, 4 de octubre de 2009

Buenas fiestas

Retomo el blog después de las fiestas de Arnedo con cierto alivio. Estas han sido unas fiestas un poco extrañas. Por una parte, no me lo he dejado de pasar en grande durante 7 días (quizás con la excepción del viernes, que estaba un poco mocoso) pero por la otra hemos tenido una afluencia de público un poco irregular. Hagamos una pequeña crónica con retazos sueltos de la noche arnedana.

Mi inicio de fiestas, directo desde Málaga y de paso por Barcelona, fue el domingo a las 4:00 tras algunos problemas con el manos libres. Tecnología y sueño son mala combinación. Las estrellas de ese día y del siguiente fueron el señor L. (ahora sí, con estudios) y sus respectivas invitadas. Y no tanto por el juego que pudieran dar como por la reacción de nuestro querido J. L., que nos deleitó con algunos de estos momentos que hacen historia. La mítica noche de las “Jotas” fue el canto poético de un corazón despechado y, a la vez, el cálculo estratégico del chacal que acecha en el desierto. “Ya se cansará de él y vendrá conmigo”. ¡Qué estoico reconocimiento del lugar que ocupa uno en el juego! ¿No es digno de mención? Porque la impaciencia se adueñó de la parroquia, ante la aparente indiferencia del león de la manada. ¿Será nuestro carácter del norte? Los tiempos, siempre tan medidos. Las jugadas, siempre tan calculadas. Ya lo dijo el filósofo: “Nunca hay que decir la verdad, a veces”. Y eso que se reveló ante nosotros la famosa Maru, fantasma de amores pasados. Eso sí, acompañada de un “garrulopovich” de camisa fucsia y crucifijo de oro. El tiempo no perdona.

Por primera vez en mucho tiempo, hemos vuelto a ver al P. en buenos momentos, acompañado por la primera dama Lo., martillo por igual de herejes y cristianos. Eso sí, hemos cumplido una función social haciéndonos cargo de la pobre S., convaleciente tras una operación. Que, por cierto, debe de haberse quedado sorprendida de nuestro desparpajo (ay, la sombra de Logroño es alargada). El Ch. se nos marchó el jueves para cumplir ante la parienta, igual que A. se nos sumó tras la partida de la suya a Germania. Las obligaciones conyugales nunca habían estado tan presentes. ¿Bueno o malo? Diferente. Por desgracia para el equipo de los solteros, M. vuelve como fichaje de nueva temporada. Eso sí que es inequívocamente malo. Porque cada año pierde el equipo del que forma parte. La maldición del “pillado” tenía que traducirse en algo. ¡Ay, pobres 23, que se han marchado para no volver! Pero que no desespere, que vendrán años mejores. El abuelo Y. es la prueba más evidente de que al hígado aún le queda mucho por sufrir. Por su parte, con C. sólo he estado estos dos últimos días, pero ayer demostró ser un corredor de fondo. Todo el mundo veía el cierre temprano pero hubo guerra hasta las 7 de la mañana, kebab mediante y rodeado de beldades vascas. ¿En qué habrá terminado la cosa?

Han sido unas fiestas extrañas, quizás en las que menos hemos estado y con mayor irregularidad. Pero, aunque he terminado destrozado, me lo he pasado en grande y creo que, aunque quizás no han sido las mejores, han dado juego. En fin. Dejemos la política y la academia para mañana. Hoy toca descansar.