Hoy mismo han salido algunos datos interesantes sobre los niveles de endeudamiento de las corporaciones locales. Veces anteriores me he referido a lo mal diseñado que está el sistema municipal en España y la necesidad de dotar a los ayuntamientos de más financiación. Son la administración más cercana al ciudadano y las más desamparadas. Una verdadera descentralización municipal todavía está pendiente.
He analizado los datos de La Rioja centrándome en los 80 municipios con mayores niveles de endeudamiento. Si uno se fija, tampoco le extraña tanto la distribución de la misma. Un 41% de la deuda total viva en los ayuntamientos riojanos se concentra en Logroño, seguido de un 11% en Calahorra, un 6,5% en Haro y un 4% en Arnedo. De entrada, no deberían sorprender estos datos. Uno espera un mayor endeudamiento en aquellos municipios que han de prestar más servicios. Es decir, en los de más población. La asociación entre ambas variables, de hecho, es de una correlación del 0,8. (sobre 1) Pero ¿Por qué es interesante la asociación entre Deuda y población? Como sabemos, en el discurso político actual prevalece la idea de que el Partido Popular es un buen gestor frente al PSOE, que se caracteriza por generar despilfarro de los recursos públicos. Con ello se genera la idea de que los ciudadanos deben votar al PP ya que son los más eficientes gobernando. Siguiendo con este argumento, es de esperar que en los municipios gobernados por el Partido Popular la Deuda Pública del consistorio sea menor frente a los gobernados por otros partidos. Si lo único que importa es la población del municipio, de manera sistemática habrá más deuda allí donde haya más habitantes, con independencia de quien gobierne.
He calculado el promedio en miles de euros de la deuda que corresponde por ciudadano y los resultados no son demasiado sorprendentes. Los municipios con más deuda por habitante son Ausejo (2784 euros por habitante) seguidos por Alberite, Agoncillo (1050 euros por habitante), Calahorra (589 euros por habitante). Por el contrario, los que menos deuda tienen por habitante son Autol (42 euros) Nalda (88 euros por habitante) y Najera (120 euros). En la gama media- baja están Logroño (con 336 euros por habitante) o Arnedo (353 euros). Hay unas ideas que merece la pena subrayar. Primero, pese a que a nivel estadístico hay una asociación entre habitantes y deuda, esta relación no se cumple para el caso de La Rioja. Y segundo, que no existe unos patrones políticos claros. En algunos gobierna el Partido Popular (Calahorra o Arnedo) y en otros el PSOE (Ausejo o Logroño) y los niveles de deuda son dispares. No hay una asociación estadísticamente significativa entre deuda reducida y gobiernos populares.
Por lo tanto, asociar una buena gestión como monopolio de un partido tiene más de marketing electoral que de realidad científica. Es evidente que los niveles de endeudamiento dependen en gran medida de las propias decisiones de los gestores públicos, así como de las decisiones pasadas y el contexto específico del municipio. Luego, además de eso, de cada alcalde en particular. Generalizar en política municipal tiene su riesgo. Sin embargo, el problema no es tanto endeudarse como hacerlo en lo correcto. Cuando nos endeudamos para generar riqueza futura se llama inversión. Cuando lo hacemos en restaurar un albergue que luego vamos a derribar, se llama despilfarro.
He analizado los datos de La Rioja centrándome en los 80 municipios con mayores niveles de endeudamiento. Si uno se fija, tampoco le extraña tanto la distribución de la misma. Un 41% de la deuda total viva en los ayuntamientos riojanos se concentra en Logroño, seguido de un 11% en Calahorra, un 6,5% en Haro y un 4% en Arnedo. De entrada, no deberían sorprender estos datos. Uno espera un mayor endeudamiento en aquellos municipios que han de prestar más servicios. Es decir, en los de más población. La asociación entre ambas variables, de hecho, es de una correlación del 0,8. (sobre 1) Pero ¿Por qué es interesante la asociación entre Deuda y población? Como sabemos, en el discurso político actual prevalece la idea de que el Partido Popular es un buen gestor frente al PSOE, que se caracteriza por generar despilfarro de los recursos públicos. Con ello se genera la idea de que los ciudadanos deben votar al PP ya que son los más eficientes gobernando. Siguiendo con este argumento, es de esperar que en los municipios gobernados por el Partido Popular la Deuda Pública del consistorio sea menor frente a los gobernados por otros partidos. Si lo único que importa es la población del municipio, de manera sistemática habrá más deuda allí donde haya más habitantes, con independencia de quien gobierne.
He calculado el promedio en miles de euros de la deuda que corresponde por ciudadano y los resultados no son demasiado sorprendentes. Los municipios con más deuda por habitante son Ausejo (2784 euros por habitante) seguidos por Alberite, Agoncillo (1050 euros por habitante), Calahorra (589 euros por habitante). Por el contrario, los que menos deuda tienen por habitante son Autol (42 euros) Nalda (88 euros por habitante) y Najera (120 euros). En la gama media- baja están Logroño (con 336 euros por habitante) o Arnedo (353 euros). Hay unas ideas que merece la pena subrayar. Primero, pese a que a nivel estadístico hay una asociación entre habitantes y deuda, esta relación no se cumple para el caso de La Rioja. Y segundo, que no existe unos patrones políticos claros. En algunos gobierna el Partido Popular (Calahorra o Arnedo) y en otros el PSOE (Ausejo o Logroño) y los niveles de deuda son dispares. No hay una asociación estadísticamente significativa entre deuda reducida y gobiernos populares.
Por lo tanto, asociar una buena gestión como monopolio de un partido tiene más de marketing electoral que de realidad científica. Es evidente que los niveles de endeudamiento dependen en gran medida de las propias decisiones de los gestores públicos, así como de las decisiones pasadas y el contexto específico del municipio. Luego, además de eso, de cada alcalde en particular. Generalizar en política municipal tiene su riesgo. Sin embargo, el problema no es tanto endeudarse como hacerlo en lo correcto. Cuando nos endeudamos para generar riqueza futura se llama inversión. Cuando lo hacemos en restaurar un albergue que luego vamos a derribar, se llama despilfarro.
2 comentarios:
No se puede rebatir absolutamente nada. Muy muy muy bueno.
Por cierto, que esta idea para del post me la han copiado los del diario de La Rioja (artículo del 5 de abril). Aunque no hacen referencia a lo de los políticos, si que hablan sobre el gasto de los municipios y el cálculo por habitantes. Podían al menos haber puesto alguna referencia a mi blog. En fin!
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