martes, 28 de julio de 2009

Por favor, no disparen al estadístico

A veces nuestros representantes confunden los deseos y la realidad. Algo así le debe haber ocurrido a Dolores del Cospedal, la número dos del Partido Popular, cuando hacía su valoración del último CIS. La noticia saltó ayer a los medios de comunicación cuando se comunicó que por primera vez desde 2004, el PP supera al PSOE en intención directa de voto. Aunque siguen en empate técnico, la resaca de las europeas ha hecho retroceder a los socialistas casi un punto y medio, mientras que los populares retroceden una décima. Zapatero sigue siendo el más valorado, mientras que Mariano Rajoy es el cuarto. La principal preocupación de los españoles, con alrededor de un 75%, el paro. Hasta aquí la noticia.

Sin embargo, Del Cospedal ha hecho su propia lectura de los datos, declarando que el CIS es una institución completamente sesgada a favor del gobierno, carente de credibilidad. ¿La razón? Las encuestas internas del Partido Popular le dan una ventaja de hasta cuatro puntos y hacen que Mariano Rajoy salga mucho mejor valorado. Perdón que tenga que recordarle algunas cuestiones elementales sobre encuestas, pero ya se sabe que un poco de rigor siempre es beneficioso para el debate público. Empezaré explicando a Maria Dolores algo llamado error muestral. Cuando se elabora una encuesta, se hace sobre una muestra de personas entrevistadas que contiene un margen de error, según el intervalo de confianza, pero que normalmente suele oscilar entre un 2,5 y 3,5%. Eso significa que los valores reales de la población se sitúan, pongamos, un 3,5% por encima o por debajo del estadístico obtenido. Así que el PP, según la encuesta, no tendría una intención de voto del 40,1%, si no que su intención de voto real sería entre un 36,6% y un 43,6%. Por eso, cuando los dos principales partidos no se salen de la horquilla, como es el caso, decimos que hay empate técnico. Y si a esta señora, sus encuestas le dan un 44% de intención de voto, aunque dependerá del error muestral, no se diferencian demasiado de las estimaciones del CIS. Además, seguro que unas encuestas internas son comparables en transparencia y reproducibilidad científica a las del CIS. Y por supuesto, mucho menos sesgadas que las de un organismo público ¿Verdad?

Para seguir dándole caña al CIS, Del Cospedal ha dicho que este instituto falló sus previsiones en las elecciones europeas, al dar casi un empate y en las elecciones gallegas y vascas. Cierto, ya se sabe que las encuestas fallan. No son matemática pura, ya que apuntan tendencias, pero no predicen resultados. Ya dice Cospedal que el PP lo hace mejor de lo que prevé el CIS. Si es así ¿Por qué preocuparse? Aunque no es cierto que el CIS falle tantas veces. Sin ir más lejos, las pasadas generales las clavaron. Por lo que toca a la valoración de los líderes, no tengo yo que salga tan valorado el pobre de Rajoy, pues en un cuarto puesto está todavía muy lejos del presidente del gobierno. Bastantes palos le dan desde dentro. Así que menos criticar al CIS y más dedicarse a lo suyo. Que hay muy respetables compañeros del gremio que están trabajando en generar bases de datos. Y no es plan que disparen al mensajero cuando las noticias no son todo lo buenas que uno quiere.

Este mes de agosto me voy a Eslovenia. Me llevo un diario de viaje e iré poniendo entradas cortitas sobre mis aventuras y desventuras por aquellas tierras. Ya os iré dando nuevas. Este año la kancillería no cierra por vacaciones.

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