jueves, 27 de mayo de 2010

En el filo de la navaja

Un voto ha sido la diferencia entre la caída de un Gobierno y su continuidad. Un solo voto de diferencia con el que se ha convalidado el decreto-ley de los recortes y que ha puesto de manifiesto que el Gobierno está sólo, que el PP es un irresponsable, el PNV es un oportunista y que CiU es la auténtica centralidad en España. Es más, la abstención de esta última fuerza, junto con UPN y CC han salvado no sólo al gobierno sino que han salvado a España de terminar intervenida, el hundimiento de la Bolsa, pagando Deuda a precio astronómico y casi abocando a unas elecciones adelantadas que nos descabezaría en el peor momento. Este momento ha sido, con diferencia, el más delicado políticamente de toda la legislatura.

Es evidente que la aprobación de este decreto, con algunas cosas buenas y otras malas, iba necesariamente a ser un duro trago para el PSOE. En parte porque supone el viraje en 180º de la política mantenida hasta ahora y porque es un torpedo en la línea de flotación del mismo programa socialista. Y, muy en especial, porque ha terminado viniendo por la intervención de poderes que son, al final, los que cortan la pana. Desde la UE y los mercados internacionales. Por descontado el gobierno se ha terminado quedando solo, porque la geometría variable no vale cuando tienes que adoptar medidas duras. No se puede empezar gobernando a la izquierda y girando a la derecha en tus apoyos. No se puede confiar en que el PP siempre esté más aislado que tú. No se puede ir a la investidura sin apoyos o sin un pacto de legislatura, probablemente atando un tripartito con el PNV, aunque implicase no ganar en Euskadi. Porque cuando hay que pasar medidas tan duras como estas te puedes quedar en el filo de la navaja. Y la izquierda no te dará a apoyo jamás a un recorte de este tipo (aunque lo de los funcionarios o las jubilaciones anticipadas sean razonables) y el Partido Popular está para derribar el Gobierno, aunque derribe España en el intento. De estos últimos no espero nada de nada. En Portugal el PSD, que es la oposición, ha dado apoyo al Gobierno en sus medidas de ajuste. Aquí imposible. Y los puntos que leyó Rajoy para criticar el recorte del gobierno, que incluía medidas como “dar subvenciones a quien las merezca” o “recortar el dinero a los sindicatos” son medidas tan imbéciles y demagógicas que provocan enfado.


¿Y quién daría apoyos a los recortes? Pues al final, ha sido la abstención de CiU principalmente la que ha salvado el pescuezo al Gobierno. Y como dice el propio Duran i Lleida, “peor hubiera sido no convalidar el decreto y que nos hubieran impuesto directamente desde afuera ajustes más duros…” Y no le falta razón. Y lo que menos falta hace ahora es un terremoto económico que se solape al económico. Por eso, sin duda, CiU, UPN y CC han demostrado una enorme dosis de responsabilidad, aceptando el mal menor frente al mayor, y siendo pragmáticos. Todos sabemos que ahora sufrimos muchos errores del Gobierno, pero no podemos limitarnos a eso y dejar que se queme el bosque. No nos lo podemos permitir.


Bueno, y ahora qué. Pues me sumo a la opinión que corre por la blogosfera y que se sintetiza así: “De perdidos al río”. Si ya ha fracasado la estrategia de la parálisis y del buenismo, y que las expectativas electorales están por los suelos, que se pongan a hacer ajustes duros y necesarios. Sobre todo la reforma laboral. Como si no hubiera un 2012 (si no hay adelanto). Porque si al final, aunque al final el PSOE pierda las elecciones, al menos ganaremos un mejor país.

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