Ya se sabe que lo que más gusta en este país es perderse en disputas estériles. Cualquier cosa que sirva para desviar la atención hacia poderosas pasiones es algo que nos gusta, porque creo que lo de ser sectarios está un poco en nuestro carácter. La última polémica en la que nos hemos visto embarcados ha sido la letra del himno de España y sobre el que han corrido ya ríos de tinta y torrentes de declaraciones. Ya sabéis que los deportistas españoles (El COE, sobretodo) estaba profundamente preocupado por el que, cuando en las competiciones internacionales suenan los himnos de cada país, al nuestro le faltara letra para cantar. Y los deportistas se limitaran al “chunda, chunda”. Así que, fichando a profesionales de las artes musicales, bajo los auspicios de la mayor confederación de sinvergüenzas de este país (la SGAE), se realizó un concurso de letras, que ganó ese jubilado manchego de 55 años y que se suponía que el 21 de enero, Plácido Domingo cantaría por vez primera. Desvelada por una primicia de ABC, la letra se convirtió en objeto de controversia, tanto por su calidad musical como por su procedimiento.
Sobre las formas, recordar que es la bandera la que tiene una protección constitucional (artículo 4) pero que es a través de Ley Orgánica por la que se fija la Marcha Real, que es la marcha de granaderos modificada, el himno oficial del Estado. Por lo tanto, no hay validez para ninguna letra que no cuente con la aprobación de las Cortes Generales con un consenso de, como mínimo, mayoría absoluta. Me preocuparía mucho pensar que el COE y la SGAE pueden fijar los símbolos de representación de todo el Estado a través de un concurso público, sin contar con la soberanía popular. Y más paradójica es la valoración del presidente del COE de evitar “la politización de la letra” cuando no hay nada más político que un himno, sea de donde sea, que recoja la representación de un pueblo. Desde luego, legalmente la propuesta se queda en eso, una sugerencia que corresponde ser valorada a las instituciones electas.
Pero sobre la letra en sí, no me da una gran satisfacción al oído. Primero, porque se parece demasiado en las estrofas iniciales al “Arriba España” de Pemán, además de que iniciar el himno con un “viva España” es demasiado obvio. De hecho, los de mayor tradición histórica no incluyen alusiones directas al país, como EEUU o Francia. Por cierto, que hablar de verdes praderas (Como no sea en Galicia, porque el norte es montañoso) hasta el mar azul esta un poco para llenar dos estrofas. Y ya el cierre de “justicia y grandeza, democracia y paz” chirría completamente con el ritmo de la música y queda bastante mal. Vamos, que parece que querer comparar este himno con el de cualquiera de los países de nuestro entorno está difícil. Donde los franceses llaman a los hijos e la patria a luchar contra la tiranía y su sangriento estandarte, o los americanos e italianos llaman a la defensa de la bandera y la libertad de la patria, el nuestro queda un poco venido a menos ¿No?
Los símbolos de un país deben buscar representar a todos los ciudadanos. Pero, ¿Qué legitimidad poseen el COE y la SGAE para escoger la letra que representarían a todos los españoles? Ninguna, ni legal ni moral. Pero bueno, si se va a hacer una letra, al menos es de esperar una propuesta de calidad, y esta es un poco rancia y deficiente. Por suerte para nuestra salud se ha retirado la letra, por boicot del propio Plácido Domingo y la polémica suscitada. Considero que es lo mejor. Si no, nos enredaríamos en un debate interminable sobre el asunto y con un posible boicot a un símbolo del Estado. ¿Por qué ponerle letra al himno ahora? Creo que casi es mejor dejarla cómo está. Porque visto cómo somos en este país, con un silencio respetuoso cumplimos todos, seamos del signo que seamos y de la nación que nos queramos considerar.
Sobre las formas, recordar que es la bandera la que tiene una protección constitucional (artículo 4) pero que es a través de Ley Orgánica por la que se fija la Marcha Real, que es la marcha de granaderos modificada, el himno oficial del Estado. Por lo tanto, no hay validez para ninguna letra que no cuente con la aprobación de las Cortes Generales con un consenso de, como mínimo, mayoría absoluta. Me preocuparía mucho pensar que el COE y la SGAE pueden fijar los símbolos de representación de todo el Estado a través de un concurso público, sin contar con la soberanía popular. Y más paradójica es la valoración del presidente del COE de evitar “la politización de la letra” cuando no hay nada más político que un himno, sea de donde sea, que recoja la representación de un pueblo. Desde luego, legalmente la propuesta se queda en eso, una sugerencia que corresponde ser valorada a las instituciones electas.
Pero sobre la letra en sí, no me da una gran satisfacción al oído. Primero, porque se parece demasiado en las estrofas iniciales al “Arriba España” de Pemán, además de que iniciar el himno con un “viva España” es demasiado obvio. De hecho, los de mayor tradición histórica no incluyen alusiones directas al país, como EEUU o Francia. Por cierto, que hablar de verdes praderas (Como no sea en Galicia, porque el norte es montañoso) hasta el mar azul esta un poco para llenar dos estrofas. Y ya el cierre de “justicia y grandeza, democracia y paz” chirría completamente con el ritmo de la música y queda bastante mal. Vamos, que parece que querer comparar este himno con el de cualquiera de los países de nuestro entorno está difícil. Donde los franceses llaman a los hijos e la patria a luchar contra la tiranía y su sangriento estandarte, o los americanos e italianos llaman a la defensa de la bandera y la libertad de la patria, el nuestro queda un poco venido a menos ¿No?
Los símbolos de un país deben buscar representar a todos los ciudadanos. Pero, ¿Qué legitimidad poseen el COE y la SGAE para escoger la letra que representarían a todos los españoles? Ninguna, ni legal ni moral. Pero bueno, si se va a hacer una letra, al menos es de esperar una propuesta de calidad, y esta es un poco rancia y deficiente. Por suerte para nuestra salud se ha retirado la letra, por boicot del propio Plácido Domingo y la polémica suscitada. Considero que es lo mejor. Si no, nos enredaríamos en un debate interminable sobre el asunto y con un posible boicot a un símbolo del Estado. ¿Por qué ponerle letra al himno ahora? Creo que casi es mejor dejarla cómo está. Porque visto cómo somos en este país, con un silencio respetuoso cumplimos todos, seamos del signo que seamos y de la nación que nos queramos considerar.
2 comentarios:
precisament la millor manera de representar a tots es precisament aixi... deixant sense lletra. Sense lletra perquè no hi ha una unica idea d'Espanya...
Toatalmente de acuerdo con este sensacional artículo. Enhorabuena Pablo,sigue así. LNI_project
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