lunes, 14 de enero de 2008

Los Carnavales de Cádiz

Hace muchos años que tenía contraída esta promesa conmigo mismo y por fin voy a cumplirla. Me voy a los Carnavales de Cádiz. Yo se que para no pocos resulta ser una fiesta desconocida, pero para mí, por cuestiones familiares, esta cargado de emotividad y simbolismo. Desde bien pequeño he crecido escuchando de fondo coros y chirigotas. En mi casa sintonizábamos el Canal Sur para poder ver la final del Teatro Falla, sobretodo la de las chirigotas, donde se mezclaba el talento y el arte mientras el público, parte también del espectáculo, saludaba al ganador al canto de “Esto si que es una chirigota”. Los míticos nombres del Cabra o el Love, compositores, se han convertido en los héroes del imaginario gaditano. “Ojú ya saltó el Levante”, “Los Aparjoes que joe” “Los Juan Palomez” “Lo que diga mi mujé”… son algunos de los títulos que han jalonado la fiesta distintos años. Pero empecemos por el principio.

Una chirigota es un grupo formado por 10-12 personas, con acompañamiento de bombo, caja y guitarra. Unidos por vínculos de amistad, estos grupos se dedican a componer letras (que planifican con casi un año de antelación) en las que se une la sátira mordaz con la crítica y reivindicación de Cádiz. A veces tratan temas locales, otras veces, de actualidad. Lo genial son dos cosas. Primero, que cada año llevan una temática distinta que derrocha originalidad (¡Fijaros en los títulos mencionados!) y lo segundo es que la combinación de letra y música hacen de ellas una verdadera obra de arte. Las afortunadas entran a concurso y disputan fases eliminatorias en el Teatro Falla. Pero otras (Como la de “los ilegales”) se hacen en plena calle, donde la gente se reúne para cantarlas cómo profesionales pero para deleite de todo la gente que tiene la suerte de escucharlos. Hay también otras modalidades a concurso, la comparsa, el cuarteto y el coro. La verdad es que cada modalidad tiene unas reglas muy estrictas y unas formas muy concretas. Las chirigotas, por ejemplo, necesariamente deben tener “Introducción” “Pasodoble” Cuples” y “Popurri”. Hay una gran tradición en torno a esta fiesta. Siempre han sido un poderoso reducto de la libertad de expresión.

La verdad es cuando dicen que la gente de Cádiz es graciosa, no le gusta demasiado. Suena demasiado condescendiente, porque para ellos, el humor es una cosa muy seria, un contrapunto de “golpes” y dobles sentidos. Esa es la idiosincrasia del carnaval de Cádiz frente al de Tenerife, por ejemplo. Para mí es la expresión del arte popular más trabajado y divertido, frente a la pomposidad de otras latitudes. Para mí, que me considero curioso y abierto a las costumbres de nuestros pueblos, ir por fin al Carnaval es cumplir con un deseo de toda la vida. Sobretodo, porque visto lo visto, hay que evitar a toda costa quedarse con las ganas…

Por eso estoy deseando de ir. Porque vamos a un entorno divertidísimo. Porque vamos buena compañía. Porque no hay nada que se pueda comparar con un montadito de lomo, una tapa de chocos y una copita de manzanilla. Por todo eso y más, Carnavales de Cádiz.

2 comentarios:

karinam dijo...

La primera vez que vine a España (hace 5 años) pasé una buena temporada en Sevilla y algunas otras ciudades de Andalucía. De ese viaje recuerdo con mucho cariño los carnavales de Cádiz!!!! No sé muy bien de orígenes ni tradiciones (en realidad nada), pero se nota que este país está lleno de fiestas (la merced de barcelona, los pilares de zaragoza, las fallas de valencia, etc, etc, etc). Siento envidia (lo confieso), es un síntoma de que las personas tienen ganas de celebrar, de estar contentos, de beber y de bailar (y claro los ayuntamientos dinero para hacerlo). Eso es bueno!

Pep dijo...

No habia leido nunca este post. Muchas gracias por hacer posible esos días por tierras andaluzas
¿Lo mejor? La compañía!

Espero que aproveches mucho el tiempo por ahí y en breve ya estés entre nosotros para celebrarlo!

P.D. Tengo que enseñarte el vídeo de Edu abriendo el regalo de su cumple el sábado, IMPRESIONANTE.

Un abrazo!