Como en la novela de Julio Verne, el PP se ha embarcado en el “Viaje al centro del electorado” con el objeto de lograr romper el techo de sus 10 millones de votantes. Pero ¿Qué es eso del centro? ¿Existe realmente, y por qué se caracteriza? Eso es algo que merece la pena verlo, porque es, junto con el nivel de participación electoral de la izquierda, lo que decidirá el resultado de los próximos comicios.
En primer lugar, confirmamos la existencia de un grueso notable de alrededor de 2 millones de votantes que se consideran de centro. Estos sujetos que se ubican en el centro de al escala ideológica se demuestran cómo los más sensibles a aquellos temas que no se vinculan con componentes ideológicos, sino con realidades más inmediatas cómo el liderazgo político, el estado de la economía, etc… Cómo sabemos, estas cuestiones pueden verse modificadas en función de la ideología que uno tenga. Los de izquierdas valoran que la crisis no es responsabilidad del gobierno o los de derechas puntúan negativamente al candidato Zapatero. Sin embargo, cómo en el centro se proviene de sensibilidades muy heterogéneas, la habilidad de las maquinarias del partido para fijar el foco (frame) de las responsabilidades en el contrincante o resaltar las virtudes del propio candidato, puede hacerles decantar su voto. En este sentido, se puede analizar la estrategia popular desde un marco general bastante bien orientado par la captura de estos votantes.
Veamos primero los elementos de partida con los que cuentan los populares. El primero es que más de la mitad del electorado del PP se consideran personas de centro, por lo tanto ha sido un partido capaz de hacer que sus votantes se auto-identifiquen cómo centristas y, cómo tal, al partido. Un segundo punto es que el PP ha sido muy eficiente movilizando a sus electores durante estos cuatro años. Las más de 11 veces que han salido en manifestaciones contra el gobierno ha reforzado su fidelidad al partido y su rechazo al PSOE. Y eso que yo era de los que consideraba que tal movilización se empezó demasiado pronto… Desde luego, el éxito en Madrid y Valencia ha sido incontestable (también ayudada por la debilidad socialista en esas regiones) y las municipales así lo corroboraron.
Pero fijémonos también en cómo están articulando la estrategia de la pre-campaña. Primero, Acebes y Zaplana, identificados con el sector más duro, han desaparecido del mapa. No tienen ningún espacio mediático. Segundo, el PP se está “centrando” mucho en conectar con los sectores sociales más vulnerables a través de sus promesas (seguridad, inmigración…) y las clases medias (con la tradicional bajada de impuestos). Y tercero, que el tema de la economía, que más preocupa al centro político, ha sido el que más ha focalizado las críticas de los populares. Su único error: la no inclusión de Gallardón en las listas electorales, cuyo bombo mediático ha sido más perjudicial que beneficiosa su incorporación. Aunque aún está por ver su repercusión efectiva…
Ante esto, las posibilidades de seguir creciendo por parte del PP son más que viables, sobretodo si el PSOE no reacciona con energía, cómo antes comenté, en la movilización de sus votantes potenciales. Movilizando a la izquierda. Y es que el PP no tiene competencia por la derecha, pero el PSOE lucha por dos frentes opuestos y es difícil que sus propuestas satisfagan a todos sus potenciales electores. Preparaos, porque esta campaña será de órdago...
En primer lugar, confirmamos la existencia de un grueso notable de alrededor de 2 millones de votantes que se consideran de centro. Estos sujetos que se ubican en el centro de al escala ideológica se demuestran cómo los más sensibles a aquellos temas que no se vinculan con componentes ideológicos, sino con realidades más inmediatas cómo el liderazgo político, el estado de la economía, etc… Cómo sabemos, estas cuestiones pueden verse modificadas en función de la ideología que uno tenga. Los de izquierdas valoran que la crisis no es responsabilidad del gobierno o los de derechas puntúan negativamente al candidato Zapatero. Sin embargo, cómo en el centro se proviene de sensibilidades muy heterogéneas, la habilidad de las maquinarias del partido para fijar el foco (frame) de las responsabilidades en el contrincante o resaltar las virtudes del propio candidato, puede hacerles decantar su voto. En este sentido, se puede analizar la estrategia popular desde un marco general bastante bien orientado par la captura de estos votantes.
Veamos primero los elementos de partida con los que cuentan los populares. El primero es que más de la mitad del electorado del PP se consideran personas de centro, por lo tanto ha sido un partido capaz de hacer que sus votantes se auto-identifiquen cómo centristas y, cómo tal, al partido. Un segundo punto es que el PP ha sido muy eficiente movilizando a sus electores durante estos cuatro años. Las más de 11 veces que han salido en manifestaciones contra el gobierno ha reforzado su fidelidad al partido y su rechazo al PSOE. Y eso que yo era de los que consideraba que tal movilización se empezó demasiado pronto… Desde luego, el éxito en Madrid y Valencia ha sido incontestable (también ayudada por la debilidad socialista en esas regiones) y las municipales así lo corroboraron.
Pero fijémonos también en cómo están articulando la estrategia de la pre-campaña. Primero, Acebes y Zaplana, identificados con el sector más duro, han desaparecido del mapa. No tienen ningún espacio mediático. Segundo, el PP se está “centrando” mucho en conectar con los sectores sociales más vulnerables a través de sus promesas (seguridad, inmigración…) y las clases medias (con la tradicional bajada de impuestos). Y tercero, que el tema de la economía, que más preocupa al centro político, ha sido el que más ha focalizado las críticas de los populares. Su único error: la no inclusión de Gallardón en las listas electorales, cuyo bombo mediático ha sido más perjudicial que beneficiosa su incorporación. Aunque aún está por ver su repercusión efectiva…
Ante esto, las posibilidades de seguir creciendo por parte del PP son más que viables, sobretodo si el PSOE no reacciona con energía, cómo antes comenté, en la movilización de sus votantes potenciales. Movilizando a la izquierda. Y es que el PP no tiene competencia por la derecha, pero el PSOE lucha por dos frentes opuestos y es difícil que sus propuestas satisfagan a todos sus potenciales electores. Preparaos, porque esta campaña será de órdago...
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