En algo así como un mes se producirán las elecciones para el Parlamento Europeo en España. Elegimos 50 diputados en una circunscripción única para todo el país, con lo que estaremos ante un sistema de proporcionalidad pura. Todos los votos tienen el mismo valor. Es de esperar que la participación de estos comicios sea baja (un mínimo de 65% de abstención) y que el partido en el gobierno sea castigado. Suele ser lo común en unas elecciones que la literatura califica de segundo orden. Respecto de las estatales, se entiende.
En esta entrada me voy a despachar bien a gusto sobre las razones por las cuales no votaré al PSOE. Las razones por las que no lo haré por el Partido Popular o UPyD no darían para mucho más de un par de líneas. De entrada, no las elecciones europeas desgraciadamente no se logra generar un sentimiento de “demos” europeo. Todo se dirime en clave nacional, y como tal son interpretadas. Por supuesto, mucha gente se abstendrá de votar al PSOE por varias razones. El hecho de que la crisis económica se haya gestionado con tanta lentitud o la falta de pulso político del gobierno condicionará el castigo electoral. Quizás como toque de atención bienintencionado. Este tipo de confusiones es lo que denominamos contaminación entre arenas electorales. Es decir, que los ciudadanos evalúan unas cosas para decidir su voto que realmente corresponden a otro nivel de responsabilidad. Como si votara contra el gobierno central por el estado de la Sanidad cuando la competencia es de la CCAA y es a esta a la que debería sancionar…
Lo que yo quiero es centrarme en el ámbito europeo para justificar mi decisión. La primera razón por la que no votaré al PSOE son sus candidatos. Paradójicamente, porque son muy buenos. Todo el mundo sabe que Europa es un cementerio de elefantes, donde los diputados hacen poco más que ponerse en contacto con lobbys económicos y tomarse unas vacaciones. Allí se mandan a los candidatos amortizados y a los políticos en retirada. Pues bien; da la casualidad que el PSOE envía a Juan Fernando López Aguilar y a Ramón Jáuregui, dos políticos de gran formación y capacidad. Justo ahora que necesitamos buenos políticos en primera línea para impulsar las políticas gubernamentales, me los quitan de en medio. La segunda razón es que los socialistas españoles han decidido apoyar como presidente de la Comisión Europea a Durao Barroso, un sujeto que ha paralizado la labor política de la UE y se caracteriza por su fracaso diplomático sin precedentes. Por cierto, un hombre tan conservador que fue el que propició la foto de las Azores. ¡La misma en la que estuvo Aznar! Esto huele a chamusquina ¿No? La tercera razón es que el voto al PS Europeo no garantiza el apoyo a la Europa Social. Un ejemplo. ¿Sabías que el PSE no ha propuesto ningún candidato a presidir la Comisión? ¿Sabías que el principal impulsor de la moción sobre las 65 horas semanales fue el Partido Laborista Británico, dentro del PSE? ¿Sabías que el PSE (salvo los franceses) votó a favor de la liberalización de los servicios en la Directiva Bolkestein?
Aunque el Parlamento Europeo tiene cierta debilidad en el entramado institucional de la UE, no es menos cierto que ha tenido gran importancia en la creación de legislación que luego se ha traspuesto en España. Gracias a la UE España está muchísimo mejor en todos los aspectos de lo que estaría sin ella. Y de manera global, aunque me ha decepcionado muchas veces, aún tengo algo de fe en Europa como proyecto. Por eso votaré el 7-J. Y aunque aún no he decidido por quien, ya tengo claro que votar por algunos ahora no toca.
En esta entrada me voy a despachar bien a gusto sobre las razones por las cuales no votaré al PSOE. Las razones por las que no lo haré por el Partido Popular o UPyD no darían para mucho más de un par de líneas. De entrada, no las elecciones europeas desgraciadamente no se logra generar un sentimiento de “demos” europeo. Todo se dirime en clave nacional, y como tal son interpretadas. Por supuesto, mucha gente se abstendrá de votar al PSOE por varias razones. El hecho de que la crisis económica se haya gestionado con tanta lentitud o la falta de pulso político del gobierno condicionará el castigo electoral. Quizás como toque de atención bienintencionado. Este tipo de confusiones es lo que denominamos contaminación entre arenas electorales. Es decir, que los ciudadanos evalúan unas cosas para decidir su voto que realmente corresponden a otro nivel de responsabilidad. Como si votara contra el gobierno central por el estado de la Sanidad cuando la competencia es de la CCAA y es a esta a la que debería sancionar…
Lo que yo quiero es centrarme en el ámbito europeo para justificar mi decisión. La primera razón por la que no votaré al PSOE son sus candidatos. Paradójicamente, porque son muy buenos. Todo el mundo sabe que Europa es un cementerio de elefantes, donde los diputados hacen poco más que ponerse en contacto con lobbys económicos y tomarse unas vacaciones. Allí se mandan a los candidatos amortizados y a los políticos en retirada. Pues bien; da la casualidad que el PSOE envía a Juan Fernando López Aguilar y a Ramón Jáuregui, dos políticos de gran formación y capacidad. Justo ahora que necesitamos buenos políticos en primera línea para impulsar las políticas gubernamentales, me los quitan de en medio. La segunda razón es que los socialistas españoles han decidido apoyar como presidente de la Comisión Europea a Durao Barroso, un sujeto que ha paralizado la labor política de la UE y se caracteriza por su fracaso diplomático sin precedentes. Por cierto, un hombre tan conservador que fue el que propició la foto de las Azores. ¡La misma en la que estuvo Aznar! Esto huele a chamusquina ¿No? La tercera razón es que el voto al PS Europeo no garantiza el apoyo a la Europa Social. Un ejemplo. ¿Sabías que el PSE no ha propuesto ningún candidato a presidir la Comisión? ¿Sabías que el principal impulsor de la moción sobre las 65 horas semanales fue el Partido Laborista Británico, dentro del PSE? ¿Sabías que el PSE (salvo los franceses) votó a favor de la liberalización de los servicios en la Directiva Bolkestein?
Aunque el Parlamento Europeo tiene cierta debilidad en el entramado institucional de la UE, no es menos cierto que ha tenido gran importancia en la creación de legislación que luego se ha traspuesto en España. Gracias a la UE España está muchísimo mejor en todos los aspectos de lo que estaría sin ella. Y de manera global, aunque me ha decepcionado muchas veces, aún tengo algo de fe en Europa como proyecto. Por eso votaré el 7-J. Y aunque aún no he decidido por quien, ya tengo claro que votar por algunos ahora no toca.
3 comentarios:
estoy de acuerdo contigo, Pablo.
Para saber a quien votar, has intentado el test de http://www.euprofiler.eu/ ?
Jaja. Un test muy divertido. Tendría que votar a Europa de los Pueblos, aunque los que coinciden más exactamente conmigo son los verdes de Finlandia.
A ver si en un café termino de decidirme...
A mi me ha tocado el PNV :P
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