Al finalizar la entrevista al presidente Zapatero, tanto él cómo Iñaki Gabilondo pensaban que los micrófonos estaban cerrados. Así, le preguntó el periodista al presidente sobre que tal iban las encuestas internas. A esto, contestó Zapatero: “Bien, sin problema, lo que pasa es que nos conviene que haya tensión…” Que habilidad la suya para abrir la boca… ¿A que se refería Zapatero con tensión y por qué beneficia al PSOE? Bueno, pues tiene una explicación bastante sencilla. De manera general, se sabe que en aquellas elecciones en las que hay mucha polarización (un cuasi-empate entre partidos) son en las que hay una mayor participación. Así fue en 1977, 1993,1996 y la excepción de 2004, con participaciones entre 78 y 82% del censo. La razón es que el votante, a título individual considera dos cosas. Primera, que desde el punto de vista individual, su voto tiene una utilidad marginal mayor (es decir, puede decantar la balanza de un lado u otro). Segunda, la opción de victoria de la última preferencia deseada (según se sea de que ideología, PP o PSOE) es mayor. Por ello, los votantes participan más cuanto más reñidas (“Más tensas”) estén unas elecciones. Y cómo ya he comentado en otras ocasiones, cuanto mayor sea la participación electoral, más probable es la victoria del PSOE, ya que la izquierda suele ser la más desmovilizada. Por el contrario, el PP tiene siempre movilizados (y mucho) a sus 10 millones de votantes.
Las encuestas, y no lo olvidemos, son unos meros instrumentos estadísticos, profundamente imperfectos, pero que sirven de guía general a la actuación de los políticos. Para los que no estén familiarizados, recordaros que siempre debeis buscar el denominado Error muestral (vendrán el ficha) que suele ser de un +/- 3%, que es la fluctuación arriba o abajo donde pueden encontrarse los valores reales de un estadístico. Así, si PSOE tiene 42% y PP 39% estamos en un empate, ya que el PP puede estar 3 puntos arriba y el PSOE 3 abajo, con lo que la situación puede ser la inversa. Y cuando calculan los escaños, no os engañéis, lo hacen a boleo, porque no pueden calcular con exactitud la distribución territorial de los votos (en un sistema D´Hondt, una pequeña variación, puede hacer bailar el escaño). Y eso es sólo uno de los múltiples errores de las encuestas, excluyendo la selección de la muestra, el trabajo de campo… Sin embargo, pese a que los políticos en público dicen que las ignoran, se guían enormemente por ellas. Incluso articulando estrategias, porque las encuestas, al fin y al cabo (quizás excepto del CIS) no son neutrales aunque intenten estar bien hechas.
Zapatero dice que le conviene que haya tensión, y dice bien, para lograr movilizar a la izquierda. Porque el miedo al PP es un reclamo poderoso (Ningún partido tiene peor aceptación entre los que no lo votan). Pero sería un error de los estrategas socialistas considerar que el PP no sabe jugar bien sus cartas. Sabe bien el equipo de Rajoy que apelando a temas transversales, que no afecten o descoloquen al conflicto izquierda- derecha tradicional puede capturar votos indecisos o desmovilizar al de izquierdas. Por ejemplo, como ya cité, con la inmigración, con temas del Estatut y el nacionalismo vasco, catalán (ahora, también el gallego). O apelando al bolsillo y la crisis económica. Porque, está demostrado que no hay mejor indicador para el cambio de gobierno en un país que el que haya una mala percepción subjetiva del estado de la economía… Y haberla, hayla.
Las encuestas, y no lo olvidemos, son unos meros instrumentos estadísticos, profundamente imperfectos, pero que sirven de guía general a la actuación de los políticos. Para los que no estén familiarizados, recordaros que siempre debeis buscar el denominado Error muestral (vendrán el ficha) que suele ser de un +/- 3%, que es la fluctuación arriba o abajo donde pueden encontrarse los valores reales de un estadístico. Así, si PSOE tiene 42% y PP 39% estamos en un empate, ya que el PP puede estar 3 puntos arriba y el PSOE 3 abajo, con lo que la situación puede ser la inversa. Y cuando calculan los escaños, no os engañéis, lo hacen a boleo, porque no pueden calcular con exactitud la distribución territorial de los votos (en un sistema D´Hondt, una pequeña variación, puede hacer bailar el escaño). Y eso es sólo uno de los múltiples errores de las encuestas, excluyendo la selección de la muestra, el trabajo de campo… Sin embargo, pese a que los políticos en público dicen que las ignoran, se guían enormemente por ellas. Incluso articulando estrategias, porque las encuestas, al fin y al cabo (quizás excepto del CIS) no son neutrales aunque intenten estar bien hechas.
Zapatero dice que le conviene que haya tensión, y dice bien, para lograr movilizar a la izquierda. Porque el miedo al PP es un reclamo poderoso (Ningún partido tiene peor aceptación entre los que no lo votan). Pero sería un error de los estrategas socialistas considerar que el PP no sabe jugar bien sus cartas. Sabe bien el equipo de Rajoy que apelando a temas transversales, que no afecten o descoloquen al conflicto izquierda- derecha tradicional puede capturar votos indecisos o desmovilizar al de izquierdas. Por ejemplo, como ya cité, con la inmigración, con temas del Estatut y el nacionalismo vasco, catalán (ahora, también el gallego). O apelando al bolsillo y la crisis económica. Porque, está demostrado que no hay mejor indicador para el cambio de gobierno en un país que el que haya una mala percepción subjetiva del estado de la economía… Y haberla, hayla.
2 comentarios:
Molt interessant l'article, de veritat. M'ha interessat força, ara que començo a introduir-me en aquest mundillo... He, he!
Per cert, et felicito per la nova limitació d'un full per article! Ha, ha, ha. Aviat veurem 1, 2, 3...
Gracias. Seguiré haciéndolo en un formato más corto. Que yo entiendo que a veces, si la entrada es muy larga, se te van las ganas de leerla...
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