No te negaré que esta entrada de mi post iba dedicada a ti de todas todas. Reconozco que en mi primera versión pretendía ser políticamente correcto, repasando los hechos y hazañas de tu aún breve pontificado. ¡Has hecho correr muchos ríos de tinta en tan poco tiempo! Aunque te criticaba, pues nunca hemos sido muy amigos, al final mi mensaje quedaba un poco desdibujado. Puesto que esa versión no colmaba del todo mis aspiraciones, he decidido hablarte con mayor franqueza. Espero que no te importe que te tutee.
Benedicto XVI, eres malvado. No eres un malvado al estilo de los villanos hollywoodienses, esos que lo son de una manera plana e inequívoca. Eres mucho peor, por ser del tipo que más miedo me da. Eres el tipo de malvado que cree ser el bueno. Me imagino que es un rol al que ya estas acostumbrado tras tu paso por las juventudes hitlerianas, cuando limpiabais el mundo de las razas inferiores, aunque no te culpo. Quizás por aquellos entonces era obligado se miembro. Pero ya se sabe, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra ¿verdad? Permíteme que me centre en tu labor como pastor de la Iglesia, sin escarbar en la rumorología incierta. Todo el mundo sabe que has sido un teólogo de gran prestigio en tu país natal y que has sabido moverte con gran habilidad entre los púrpuras cardenalicios. Sin ir más lejos, a ti tenemos que agradecerte la maravillosa labor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, esa Inquisición con nombre eufemístico, que tan buena labor hace prohibiendo libros y conocimiento peligroso por su contenido blasfemo y contrario al catecismo. La omnímoda interpretación de la voluntad del Señor está en manos de la Santa Madre Iglesia y tu sí que sabes como asegurarte de que así sea. Que se lo digan si no a tu querido adversario, el teólogo liberal Hans Krüng… Supongo que echaste de menos los dorados años de la Contrarreforma. ¡Más madera!
¡Que maravilla cuando fuiste coronado con la tiara papal! Te faltó el tiempo para decepcionar a aquellos que pensaran que acercaría a la Iglesia a la sociedad. Sin ir más lejos, volver a la misa en latín. Ya sabes que soy muy respetuoso con vuestras normas internas. No soy de tu club, así que tampoco me siento libre para criticarlas. Creo que la dificultad que tienes para encontrar nuevos pastores para tu rebaño o las irrisorias cifras de asistencia a los oficios son elementos más elocuentes. Ni siquiera en España sois ya lo que erais. Pero bueno, es cuestión de política empresarial: priorizaste la pureza de la Fe frente al aperturismo. ¡No sea que se inocule el terrible virus de la modernidad y ampliases la base social de tus feligreses! Tu mismo: ya responderás ante el jefe de ahí arriba y el Consejo de Administración. Por otra parte, creo que diplomáticamente eres un inútil. Que si ahora rehabilitas a obispos que negaron el Holocausto, que si luego ligas al Islam con la violencia… Está claro que nadie quiere tener como amigo a alguien que se cree que siempre tiene razón. Los intransigentes suelen ser poco queridos. Ya ves los problemillas de ser infalible.
Pero lo que no te soporto es cuando te arrogas el guardián de la moral pública. Que si los homosexuales son unos invertidos, enfermos mentales contra natura. Que si el preservativo no ayuda a prevenir el contagio del SIDA y lo mejor es la abstinencia (muerto el perro, muerto la rabia). Que si el lince está protegido pero los fetos no. Unos temas muy interesantes para debatir con calma con alguien razonable, pero difícilmente con el heredero de San Pedro. Espero que no tengas como próximo objetivo la teoría de las especies de Darwin. Hace poquito que se puso de moda entre la jerarquía eso de pedir perdón por quemar a gente que tenía razón. Una costumbre interesante que teníais. Y veo que te ha dado por engordar la carpeta de asuntos pendientes en las disculpas de aquí a 500 años. Alguna ocupación habrá que darle a los Papas (¿Y Mamas? Es broma) que están por venir. Tu última perla es que Internet frena el conocimiento.¿Que significa eso, que prohibiréis a los católicos navegar por la red? ¿Hablas sólo de wikipedia o de todo en general? ¿Eso significa que no te harás un blog? Vaya lástima.
Ya me despido, Benedicto. Pero no me cansaré de repetirlo: eres malvado por intransigente y fanático. Un tipo como tu en Irán sería peligrosísimo. Pero menos mal que cada vez se te hace menos caso. No se quien escribe los libros de Historia, pero créeme cuando te digo que no tendrán para ti buenas palabras. Yo tampoco las tengo.
Un saludo
Benedicto XVI, eres malvado. No eres un malvado al estilo de los villanos hollywoodienses, esos que lo son de una manera plana e inequívoca. Eres mucho peor, por ser del tipo que más miedo me da. Eres el tipo de malvado que cree ser el bueno. Me imagino que es un rol al que ya estas acostumbrado tras tu paso por las juventudes hitlerianas, cuando limpiabais el mundo de las razas inferiores, aunque no te culpo. Quizás por aquellos entonces era obligado se miembro. Pero ya se sabe, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra ¿verdad? Permíteme que me centre en tu labor como pastor de la Iglesia, sin escarbar en la rumorología incierta. Todo el mundo sabe que has sido un teólogo de gran prestigio en tu país natal y que has sabido moverte con gran habilidad entre los púrpuras cardenalicios. Sin ir más lejos, a ti tenemos que agradecerte la maravillosa labor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, esa Inquisición con nombre eufemístico, que tan buena labor hace prohibiendo libros y conocimiento peligroso por su contenido blasfemo y contrario al catecismo. La omnímoda interpretación de la voluntad del Señor está en manos de la Santa Madre Iglesia y tu sí que sabes como asegurarte de que así sea. Que se lo digan si no a tu querido adversario, el teólogo liberal Hans Krüng… Supongo que echaste de menos los dorados años de la Contrarreforma. ¡Más madera!
¡Que maravilla cuando fuiste coronado con la tiara papal! Te faltó el tiempo para decepcionar a aquellos que pensaran que acercaría a la Iglesia a la sociedad. Sin ir más lejos, volver a la misa en latín. Ya sabes que soy muy respetuoso con vuestras normas internas. No soy de tu club, así que tampoco me siento libre para criticarlas. Creo que la dificultad que tienes para encontrar nuevos pastores para tu rebaño o las irrisorias cifras de asistencia a los oficios son elementos más elocuentes. Ni siquiera en España sois ya lo que erais. Pero bueno, es cuestión de política empresarial: priorizaste la pureza de la Fe frente al aperturismo. ¡No sea que se inocule el terrible virus de la modernidad y ampliases la base social de tus feligreses! Tu mismo: ya responderás ante el jefe de ahí arriba y el Consejo de Administración. Por otra parte, creo que diplomáticamente eres un inútil. Que si ahora rehabilitas a obispos que negaron el Holocausto, que si luego ligas al Islam con la violencia… Está claro que nadie quiere tener como amigo a alguien que se cree que siempre tiene razón. Los intransigentes suelen ser poco queridos. Ya ves los problemillas de ser infalible.
Pero lo que no te soporto es cuando te arrogas el guardián de la moral pública. Que si los homosexuales son unos invertidos, enfermos mentales contra natura. Que si el preservativo no ayuda a prevenir el contagio del SIDA y lo mejor es la abstinencia (muerto el perro, muerto la rabia). Que si el lince está protegido pero los fetos no. Unos temas muy interesantes para debatir con calma con alguien razonable, pero difícilmente con el heredero de San Pedro. Espero que no tengas como próximo objetivo la teoría de las especies de Darwin. Hace poquito que se puso de moda entre la jerarquía eso de pedir perdón por quemar a gente que tenía razón. Una costumbre interesante que teníais. Y veo que te ha dado por engordar la carpeta de asuntos pendientes en las disculpas de aquí a 500 años. Alguna ocupación habrá que darle a los Papas (¿Y Mamas? Es broma) que están por venir. Tu última perla es que Internet frena el conocimiento.¿Que significa eso, que prohibiréis a los católicos navegar por la red? ¿Hablas sólo de wikipedia o de todo en general? ¿Eso significa que no te harás un blog? Vaya lástima.
Ya me despido, Benedicto. Pero no me cansaré de repetirlo: eres malvado por intransigente y fanático. Un tipo como tu en Irán sería peligrosísimo. Pero menos mal que cada vez se te hace menos caso. No se quien escribe los libros de Historia, pero créeme cuando te digo que no tendrán para ti buenas palabras. Yo tampoco las tengo.
Un saludo
2 comentarios:
Impresionante!! Me ha gustado mucho Pablo. "No importa de desir nada más".
La única Iglesia que ilumina es la que arde.
Que conste que mis críticas no van a las personas creyentes ni a la Iglesia en general, que en muchos aspectos hacen buenas obras por los menos favorecidos. Mi crítica es exclusivamente al retrógrado de su jefe.
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