Bueno, ya han pasado. Y, por el contrario a lo que se pueda pensar, la jornada de reflexión es siempre el día después, no el día antes de las jornadas electorales. Interpretar la voluntad popular siempre es algo complicado porque, aunque es cierto que todo lo que confluye en las urnas son votos, la intencionalidad, el valor que hay detrás puede ser bien diferente. Estas han sido las décimas elecciones a Cortes Generales en España. Así, sumerjámonos un poco en la jerga electoral para intentar echar un vistazo a los resultados del 9 de marzo.
En primer lugar, decir que la participación electoral (el total de población sobre el censo que deposita un sufragio, incluido nulo o blanco) ha sido del 75,32. Estos niveles de participación son casi idénticos a los de las elecciones de 2004 (75,66%) y se sitúa en la franja alta de participación en comparación con otros comicios generales. Del total de estos sufragios, ha habido un reparto % de votos y escaños cómo sigue a continuación presentada en la página del Ministerio del Interior.
En primer lugar, decir que la participación electoral (el total de población sobre el censo que deposita un sufragio, incluido nulo o blanco) ha sido del 75,32. Estos niveles de participación son casi idénticos a los de las elecciones de 2004 (75,66%) y se sitúa en la franja alta de participación en comparación con otros comicios generales. Del total de estos sufragios, ha habido un reparto % de votos y escaños cómo sigue a continuación presentada en la página del Ministerio del Interior.
Por lo tanto ¿Qué implicaciones tienen estos resultados? Vayamos por partes. En primer lugar, se ha generado un proceso de bipolarización que ha generado que los dos principales partidos hayan llegado a concentrar alrededor del 80% de los sufragios y el 90% de los escaños. El PSOE es el ganador de las elecciones, que ha incrementado sus apoyos alrededor de 1 punto y 5 escaños. La subida del partido popular en sufragios ha sido superior, al incrementarse alrededor de 2,5 puntos su apoyo en sufragios y ganado también 5 escaños. Luego, ahora mismo, la distancia en escaños entre PSOE y PP es la misma que en la otra legislatura (16 escaños) pero con dos elementos diferentes. Que ahora el PSOE está más cerca de la mayoría absoluta (176), luego tendrá más fácil la gobernabilidad y que la distancia en apoyo popular entre ambos partidos se ha reducido de 5 a 3 puntos.
CiU ha resistido el tirón, e incluso ha ganado un escaño en Barcelona respecto de los que tenía antes. Pero este se ha ganado por un escasísimo margen de votos al PP (71 votos) y podría volver a manos de los populares en que se cuente el voto por correo. En todo caso, es la formación que mejor ha resistido en sus feudos tradicionales. Por el contrario, PNV ha sido superado por el PSE en todas las circunscripciones y ha perdido un escaño. Pero vayamos a ver a los grandes derrotados. ERC ha perdido del orden de la mitad de sus apoyos y eso se ha traducido en la caída estrepitosa de 5 escaños. Pasan de ser una formación decisiva en las alianzas parlamentarias a no tener ni grupo propio (hace falta 5 diputados). Izquierda Unida ha perdido alrededor de 1 punto, pero la pérdida de un 25% de sus sufragios se ha traducido en que pierda el 60% de sus escaños. La Ley electoral, que beneficia a los partidos mayoritarios y perdona a los que concentran el voto en circunscripciones, hace que un voto disperso cómo el de IU, aún superior a otras minorías, tenga menos representación.
Por lo demás, Coalición Canaria ha perdido un escaño por caer sus apoyos en un tercio, mientras que BNG y Nafarroa Bai no sufren variaciones. Comentar, por último, la entrada de un nuevo partido en el Congreso, Unión Progreso y Democracia, de Rosa Díez, que ha logrado a nivel español el mismo apoyo electoral que el PNV, pero cómo pasa con IU, disperso, luego se ha traducido en que en Madrid, la más proporcional de las circunscripciones, haya podido superar la barrera del 3% y ganar un escaño. EA y CHA desaparecen del Congreso.
Vamos, que resumiendo: PSOE gana, PP pierde pero no se descalabra. Ahora todo estará en ver dos cosas: primera, cómo se articularán las mayorías para permitir que el PSOE pueda gobernar y segundo, cuales serán las reflexiones (y consecuencias derivadas de estas) en los partidos perdedores. Sobretodo en el PP, ERC e IU
CiU ha resistido el tirón, e incluso ha ganado un escaño en Barcelona respecto de los que tenía antes. Pero este se ha ganado por un escasísimo margen de votos al PP (71 votos) y podría volver a manos de los populares en que se cuente el voto por correo. En todo caso, es la formación que mejor ha resistido en sus feudos tradicionales. Por el contrario, PNV ha sido superado por el PSE en todas las circunscripciones y ha perdido un escaño. Pero vayamos a ver a los grandes derrotados. ERC ha perdido del orden de la mitad de sus apoyos y eso se ha traducido en la caída estrepitosa de 5 escaños. Pasan de ser una formación decisiva en las alianzas parlamentarias a no tener ni grupo propio (hace falta 5 diputados). Izquierda Unida ha perdido alrededor de 1 punto, pero la pérdida de un 25% de sus sufragios se ha traducido en que pierda el 60% de sus escaños. La Ley electoral, que beneficia a los partidos mayoritarios y perdona a los que concentran el voto en circunscripciones, hace que un voto disperso cómo el de IU, aún superior a otras minorías, tenga menos representación.
Por lo demás, Coalición Canaria ha perdido un escaño por caer sus apoyos en un tercio, mientras que BNG y Nafarroa Bai no sufren variaciones. Comentar, por último, la entrada de un nuevo partido en el Congreso, Unión Progreso y Democracia, de Rosa Díez, que ha logrado a nivel español el mismo apoyo electoral que el PNV, pero cómo pasa con IU, disperso, luego se ha traducido en que en Madrid, la más proporcional de las circunscripciones, haya podido superar la barrera del 3% y ganar un escaño. EA y CHA desaparecen del Congreso.
Vamos, que resumiendo: PSOE gana, PP pierde pero no se descalabra. Ahora todo estará en ver dos cosas: primera, cómo se articularán las mayorías para permitir que el PSOE pueda gobernar y segundo, cuales serán las reflexiones (y consecuencias derivadas de estas) en los partidos perdedores. Sobretodo en el PP, ERC e IU
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